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OPINIÓN - SÁBADO, 9 DE JUNIO DE 2007

 
OPINIÓN / EDITORIAL

Nuevo comandante general para Ceuta

El nuevo general de división, Enrique Vidal de Loño ha sido nombrado comandante general de Ceuta por el Consejo de Ministros celebrado ayer en Madrid en sustitución de Luis Gómez-Hortigüela. Vidal de Loño que, hasta ahora ejercía de jefe del centro de Planeamiento Específico Nacional, llegará proximamente a la ciudad donde recibirá el áleo o bastón de mando que custodia la capitana general y Patrona de Ceuta, la Virgen de Africa quien deberá guiarle por el camino del mando en una plaza que afronta varios cambios significativos en relación al nuevo Plan diseñado por el Ministerio de defensa que reducirá unidades para integrar una nueva organización más ‘operativa’.

Pero el nuevo general se encontrará, aún, con el desagradable hecho de las filtraciones y actuaciones poco ortodoxas de la llamada Inteligencia Militar con el conocido espionaje a miembros de la sociedad civil ceutí, que continúa su trámite en el Togado.

En definitiva, Vidal de Loño vivirá no obstante la especial relación que en Ceuta se vive entre la sociedad civil y la militar. Conocerá igualmente el respeto y mimo que se profesa a la bandera y percibirá el cariño de los ceutíes hacia la institución que dirigirá en nuestra ciudad.

Tendrá que preparar a la guarnición para la unificación en la Base Única y deberá mediar con la atención necesaria los convenios Ciudad-Defensa que aún están vigente, más los que deban llegar.

No será fácil la gestión. Vidal de Loño se enfrenta a los momentos más cruciales que la Comandancia General debe asumir con la reestructuración que obligatoriamente debe llevarse a cabo por mandato del Estado, a través del Ministerio de Defensa.

Defender, auspiciar y continuar beneficiando la estrecha vinculación existente entre las instituciones en Ceuta, debe ser un objetivo para quien, además, por su condición de General de División tiene que cumplir y hacer cumplir el deber consagrado en nuestra Constitución para nuestro Ejército. El carácter disuasiorio que se le confiere a las distintas unidades de la COMGE debe mantenerse instacto con una, cada día, mejor preparación.
 

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