Cuado apenas quedan ocho días para
la formación del gobierno de la Ciudad Autónoma de Ceuta, se
siguen haciendo quinielas sobre quiénes serán los que ocupen
las diferentes aéreas de futuro gobierno. Quinielas que
conseguirán plenos aciertos, cuando el próximo día
dieciséis, Juan Vivas, dé los resultados.
Hasta estos momentos son muchos los nombres que se barajan,
como posibles candidatos a ocupar determinadas aéreas de
gobierno, Y, por supuesto, no faltan los sabelotodos que te
dan nombres y apellidos de los personajes que ocuparán, a
partir del próximo día dieciséis, las distintas aéreas.
Servidor, como todos ustedes, también tiene hecha su
quiniela sobre los posibles responsables de las distintas
aéreas de gobierno. No me atrevo a darla no por temor a
equivocarme y sino, sobre todo, porque vaya a dar el nombre
de alguno de esos personajes con su cargo correspondiente y
basta que sea yo el que lo dé para que, el personaje en
cuestión, sea tachado rápidamente de la lista de futuribles.
No sería la primera ni la última vez que esto sucediera. Así
que les ruego me permitan no dar nombre alguno, por lo que
le pueda pasa a los nombrados.
Lo importante, de todo esto, no son los nombres que el menda
pueda dar sobre posibles candidatos a ocupar ciertas
parcelas de gobierno sino que, Juan Vivas, sea capaz de
acertar en el nombramiento de los mismos. No lo va a tener
fácil el presidente, a la hora de elegir a esos cargos.
Aunque, ustedes, “usease vosotros”, no lo crean va a recibir
más presiones que las que tiene que soportar cualquier
recipiente de los líquidos que contienen en su interior.
Es lógico que cada uno de los mandas quiera poner a los
suyos ocupando puestos destacados y es ahí, precisamente,
donde el presidente debe hilar muy fino y con todo el tacto
del mundo para no cometer ningún error que le pueda dejar
fuera del juego. Ya que, del acierto o desacierto de la
elección van a depender muchas cosas, frente a la fuerte
oposición que va a tener en la Asamblea porque, estos cuatro
años, van a ser de aquí te quiero ver.
Si yo fuese el presidente que, por supuesto, no lo soy, me
sentaría tranquilamente en mi despacho, totalmente sólo, y
decidiría, sin más decisión que la mía, quienes iban a
ocupar esos tres o cuatro cargos importantes entre los que
se encuentra el de portavoz del gobierno. En esta
legislatura que se va a iniciar, ante las perpectivas que se
vislumbran va a tener que ser alguien con la cabeza muy bien
amueblada y con una gran facilidad de palabra.
Vivas es lo suficientemente inteligente para no necesitar, a
la hora de decidir los cargos, los conejos de nadie ni tan
siquiera la inspiración divina, ni las mayores bendiciones.
Y no necesita de la inspiración divina, ni de las mayores
bendiciones por dos razones. Porque lo divino está para
cosas más importantes y segunda porque, el presidente, esta
muy preparado y tienes grandes conocimientos de quienes les
rodean para decidir, por él mismo, sin la ayuda de nadie.
Aunque no vaya calle Real arribas al lado del presidente,
saludando al personal, porque no pinto nada le doy el
consejo sin cobrarle un euro. Uno es así de magnánimo.
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