Algo más de 24 horas después del anuncio del fin del alto el
fuego permanente por la banda terrorista ETA, los mandos de
la Policía y la Guardia Civil ordenaron a todas las
jefaturas, comandancias, comisarías y cuarteles que extremen
las medidas de autoprotección ante la posibilidad de que el
primer objetivo de la banda terrorista sean miembros de las
fuerzas de Seguridad. El llamado ‘Operativo Mora’ implica la
alerta máxima entre los agentes, que han recibido
“instrucciones taxativas” para cambiar sus rutinas, mejorar
las vigilancias y reforzar los controles en las sedes
policiales. Al respecto, el delegado del Gobierno en Ceuta,
Jenaro García-Arreciado dijo a los medios en comparecencia
de prensa: “Hay una instrucción general a todas las
jefaturas de la policía de España para tener en cuenta que
se han incrementado los riesgos de la población con la
decisión de ETA de poner fin a la tregua, pero todas las
jefaturas y todos los cuerpos y fuerzas de seguridad del
Estado han recibido la instrucción correspondiente para
tener en cuenta un nuevo peligro que hasta hace poco podía
considerarse como no existente”.
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