Antonio Magariños es el subdirector general de
Documentación y Publicaciones del Ministerio de Defensa. La
subdirección general engloba, tanto el programa general del
departamento como la coordinación de la totalidad de las
bibliotecas del Ministerio de Defensa. El Centro de
Historia y Cultura Militar de Ceuta inauguró el pasado
martes, 5 de junio, la exposición fotográfica ‘La vida
cotidiana del Ejército’. Esta obra ha sido presentada por el
Ministerio de Defensa y organizada por la Secretaría General
Técnica, a través de la subdirección general de
Documentación y Publicaciones que Antonio Magariños dirige.
En ella se presenta una selección de sesenta y tres
fotografías realizadas entre mediados del siglo XIX y la
década de los veinte de la pasada centuria, que tienen la
finalidad de transmitir la realidad de la institución
militar. La muestra estará abierta al público hasta el 4 de
julio en el Casino Militar.
El subdirector general de Documentación y Publicaciones del
Ministerio de Defensa, Antonio Magariños, ha estado durante
unos días en nuestra ciudad para llevar a cabo la
presentación de una exposición vinculada al Ejército que
lleva por nombre ‘La vida cotidiana del Ejército’.
La muestra contiene 63 fotografías y refleja las
actividades, trabajos o uniformidades del Ejército desde
1855 hasta 1925.
Pregunta: ¿A qué se refieren con ‘La vida cotidiana del
Ejército’?
Respuesta: Por ‘La vida cotidiana del Ejército’ entendemos
cómo vivían los antiguos componentes de la milicia, cómo
comían, cómo dormían, pero también cómo era la enseñanza
militar o cómo eran determinadas actividades en torno a lo
militar, como por ejemplo, cómo serraban los caballos y las
tareas de carpintería, entre otras. Es decir, se trata de
una serie de aspectos de la vida cotidiana que tenían el
interés de que no es cómo lo haya contado alguien, sino que
la propia fotografía te dice cómo estaba.
P: ¿Qué es lo que quieren transmitir con esta muestra?
R: Intentamos transmitir una idea muy importante: que se vea
que hay un patrimonio documental muy importante, así como
documentos para la memoria histórica que son fidedignos, que
nos permitan ver cómo éramos en el pasado.
P: ¿Cree usted que es positivo conservar y difundir el
patrimonio histórico?
R: Sí, considero que esa es otra idea fundamental porque
tenemos obligación de conservarlo y de difundirlo y que
queremos que los ciudadanos lo conozcan y lo compartan. Otra
cuestión importante consiste en revitalizar instituciones
como los museos militares a los que les viene bien que les
apoyemos con una actividad de este tipo ya que contribuye a
que mucha población pueda acudir a conocerlo.
P: ¿Por qué tienen que acudir los ceutíes visitar esta
obra?
R: En primer lugar, hay alguna pieza fotográfica que está
relacionada con Ceuta, y eso siempre tiene un atractivo para
los habitantes locales; pero es que, además, si alguna
ciudad está vinculada a lo militar en España, esa es Ceuta.
Entonces, hay una sensibilidad especial hacia lo militar y
pienso que ver cómo eran nuestros abuelos y bisabuelos tiene
un gran atractivo. Yo creo que en Ceuta despertará un gran
interés esta exposición, e invito, a través de sus páginas,
a que la mayoría de los ciudadanos vayan a verla porque
seguro que les va a gustar.
P: ¿En qué otros lugares ha estado esta exposición?
R: La muestra estuvo primero en Madrid, en el Museo del
Ejército, luego estuvo en Valencia y después en Tenerife.
Ahora se encuentra en Ceuta, y el plan que hemos
confeccionado con el Instituto de Historia y Cultura
contempla que seguidamente vaya a Barcelona, Sevilla y
finalmente, La Coruña. Tenemos noticias de que hay otros
museos que se han interesado. Además, nos han propuesto que
cuando termine la itinerancia se exponga de manera
permanente en algún lugar.
P: ¿Cuánto tiempo y cuántas personas ha implicado este
proyecto?
R: Esa pregunta es difícil de responder para no quedarme
corto. Fundamentalmente, ha habido una experta en
fotografías del Instituto de Historia y Cultura, que es la
responsable de las técnicas de conservación y de análisis de
ese fondo documental y otra persona de la subdirección de
publicaciones. Ambos son los autores de los trabajos
introductorios que aparecen en el libro. Previamente, hay
una actividad de ordenación y de clasificación de esos
documentos y que requieren de la concurrencia de más
personal.
P: ¿Cómo surgió la idea de realizar la exposición?
R: Surgió de un objetivo más ambicioso. El plan inicial era
el de poder catalogar todos los fondos de manera exhaustiva,
poder digitalizarlos para hacer reproducciones y que los
investigadores trabajen en base a copias fidedignas y los
originales puedan ser preservados. Pero, como los recursos
disponibles nunca dan para atender todos los frentes, pues
hemos decidido empezar por proyectos concretos que nos
sirven como efecto de demostración, como, por ejemplo, esta
exposición.
Primeramente, identificamos unas 300 fotografías, en
colaboración con el personal del archivo general militar del
Instituto de Historia y Cultura Militar de Madrid, que
podían ser representativas de una cuestión muy concreta y
atractiva, y después, realizamos una selección exhaustiva de
lo que hemos decidido llamar ‘La vida cotidiana en el
Ejército’.
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