Plaf, plaf. Como dos bofetadas. Así sentó al grupo crítico
con la acción política de la Ejecutiva de Toñi Palomo
durante los últimos años la información que contenía la
edición de ayer del diario EL PAÍS: Resulta que en la
capital la Federal del PSOE piensa componer una Gestora con
personas “capaces y sin aspiraciones de entrar en la nueva
dirección” que lleve a la Federación a un Congreso
Extraordinario durante el verano.
Para pedir a la Secretaría de Organización y Coordinación de
la Ejecutiva Federal, que dirige José Blanco, un trato
“similar”, el colectivo discrepante del PSOE ceutí inició
ayer formalmente pero con discreción la recogida de firmas
entre los militantes ceutíes que quieran “contribuir a la
salida de la situación de crisis creada por los últimos
resultados electorales y la dimisión de la secretaria
general”.
Dicha contribución se traduce en respaldar que se inste a la
Federal a “la ampliación de la Comisión Gestora incluyendo
en la misma a representantes de toda la militancia del
Partido” y a “la convocatoria en un plazo prudencial, pero
siempre antes de las próximas elecciones generales, de un
Congreso Extraordinario, como está ocurriendo en otras
Federaciones Socialistas”.
Pese a que en un principio estaba previsto que se produjese
una reunión informal entre los militantes que se acercasen
hasta la sede sindical para mostrar su respaldo a sus
peticiones, finalmente dicho acto fue suspendido. Fuentes de
este colectivo aseguraron que su cambio de intenciones no se
debió a la advertencia que lanzó el lunes Enrique Moya sobre
su responsabilidad ante los Estatutos, sino a su voluntad de
“no alborotar el partido ante la opinión pública sin
necesidad”.
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