Mientras el PSOE continúa con su particular tira y afloja
entre quienes no desean desvincularse del mando y los que
han sido ‘olvidados’ conscientemente [Comité Regional];
mientras la UDCE-IU de Alí y Musa esperan a ver si la margen
izquierda política de la ciudad se aúna, incluso con ellos y
reactualizan su mensaje político de un carácter más abierto
en la sociedad para evitar el modelo claramente fracasado de
Aberchán en Melilla, el Partido Popular avanza
sostenidamente, sin prisas, pero si pausas en la
conformación del gobierno que tendrá la responsabilidad de
desarrollar el programa electoral planteado a la sociedad,
que le respondió devolviendo una nueva mayoría absoluta en
el Pleno de la Asamblea.
En tanto que algunos, con cierto interés, especulan
deshojando la margarita de sus apetencias particulares, la
realidad es que Vivas se ha tomado el fin de semana libre.
Se ha ido de Ceuta dos día a descansar y a meditar,
seguramente, sobre la idoneidad de algunos de los futuros
miembros del espacio gubernamental de la Ciudad, dado que no
tiene porqué corresponder a los que han sido ‘electos’, la
responsabilidad de las distintas áreas de gobierno. Es una
facultad del presidente elegir a los que formen parte de su
Ejecutivo, sean o no miembros de la Asamblea.
No es una novedad, por otra parte, el que Vivas haya
anunciado cierta practicidad en la división de áreas para
que sea más dinámica la aplicación de los distintos ejes en
que su política de gestión se llevará a cabo. Él mismo
anunció la unión de Turismo y Comercio en campaña, por lo
que las especulaciones leídas son meros cantos al sol del
encubierto interés por ese ánimo permanente de presión
respaldándose en una publicación. Mala praxis, no obstante,
con un toque cansino en la histórica reiteración de la
estrategia trasnochada utilizando la ‘transversalización’ de
información y especulación.
Los plazos son los que son. Así, el día 16 y no antes, el
Pleno de la Asamblea, en su primera convocatoria oficial,
elegirá formalmente la composición de la Mesa Rectora y el
presidente de la Asamblea, que lo será también de la Ciudad
Autónoma y, por ende, responderá a la figura de primer edil
del Consistorio ceutí. Horas después [no más de 48] el Rey
Don Juan Carlos nombrará oficialmente al que será ‘Premier’
de Ceuta. La oficialidad se la dará la publicación su
publicación en el BOCCE. En ese tiempo, Vivas tendrá
organizado su gobierno, en cuanto a nombres, y convocará el
primer Consejo de Gobierno para dar cuenta de la
delimitación de áreas y las competencias de las mismas [ese
es el trabajo actual del que ejercerá la Presidencia de la
Ciudad de Ceuta durante los próximos 4 años]. En esa reunión
del Consejo se producirá la delegación de firmas a los
nuevos consejeros quienes poco tiempo después, y en acto
oficial, jurarán o prometerán sus cargos.
Para poco más adelante se dejarán los nombramientos de
viceconsejeros y demás miembros que formarán el grueso del
nuevo gobierno Vivas. El juego de especular ahora con
nombres resulta irrelevante. La responsabilidad de Juan
Vivas es hallar a las personas idóneas [sean las que sean]
capaces de desarrollar con acierto las previsiones de
continuidad prometidas a la sociedad que le ha refrendado la
confianza; y, el deber de los que vayan a ser nombrados es
el de cumplir fielmente, con honestidad y lealtad a los
intereses de Ceuta.
A partir de aquí, lo que de verdad debiera importar es cómo
ayudar a que Ceuta deje los altos niveles de desempleo con
los que cuenta; debería ser más importante, el apoyo
necesario para que se activen medidas que dinamicen la
economía de la ciudad; tendría que importar más el que la
Educación española se adapte a las necesidades reales de una
ciudad multicultural que ha elegido para vivir y convivir en
esta región, desde la perseverancia de que Ceuta mira
permanentemente a Europa y a occidente siendo ejemplo de
modelos únicos y válidos para la integración absoluta y
enriquecimiento cultural; Sería importante contar con una
Sanidad que garantice, con recursos de toda índole, la
prestación de servicios a los administrados; se necesitaría,
por ser más importante, que los jóvenes dispusieran en su
tierra de un relevante catálogo de salidas universitarias
para evitar el fuerte desarraigo producido en los últimos
veinte años y que fomenta el Estado por su desinterés
constante a la creación en Ceuta de un Campus universitario;
la convivencia, el diálogo, el enriquecimiento cultural, la
apertura a nuevos horizontes pero insistiendo en lo que nos
es común, debería ser lo importante y lo preocupante a la
hora de prever nuevas situaciones venideras, interesadas o
no.
La próxima década es destacada en conmemoraciones históricas
que nos deben hacer reflexionar. Por un lado, el año próximo
se cumplirá el bicentenario de la muerte del teniente Ruiz,
héroe del 2 de mayo de 1808, pero por otro, hay que trabajar
en el desarrollo de la conmemoración de los 6 siglos de
Ceuta como ciudad organizada administrativamente; fue en
1415 cuando los portugueses llegaron a las costas ceutíes y
le procuraron el moderno sistema que ha ido progresando
hasta nuestros días. Seiscientos años va a hacer, dentro de
sólo ocho años, de que Ceuta forme parte del alma occidental
que se les confiere a las ciudades avanzadas y
desarrolladas, sin mencionar el hecho de su permanente
vinculación a la península ibérica, no sólo por ese hecho,
sino por los reinos y civilizaciones anteriores al
desembarco portugués.
De cualquier modo, los árboles no deben tapar el bosque. La
altura de miras condicionará el éxito de lograr de Ceuta una
ciudad cuya calidad de vida muestre un perfecto equilibrio
con cualquiera de las ubicadas en la España peninsular, eso
es lo que de verdad importa.
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