28. LUNES
A mí me sienta muy mal el aire acondicionado. Y a él me
expuse, durante mucho tiempo, en el Parador La Muralla,
durante esa entrevista que se le hizo a Antonia María
Palomo, días antes de las elecciones. Con lo cual mi salud
se resquebrajó hasta dar con mi cuerpo en la cama. A pesar
de que me resistí de lo lindo. De ahí que escribo cuando
llevo ya sin pisar la calle desde el sábado. Confiado, eso
sí, en que pronto pueda pegar la hebra con quienes suelo
hacerlo frecuentemente. No obstante, he seguido por los
medios la decisión tomada por la secretaria general de los
socialistas y candidata a la presidencia de la Ciudad, en
las elecciones pasadas. Una decisión acertada. Y que viene a
demostrar que ser propensa a emocionarse a cada paso, algo
que le sucede a María Antonia, si bien no es bueno en
política tampoco es incompatible con algo tan saludable cual
es no aferrarse a los cargos porque sí. Lo que yo lamento,
de verdad, es que teniendo por ella cierta ley, ahí está la
hemeroteca de este periódico, me viera obligado a hacerle
una pregunta capciosa, en la televisión, que ella o bien no
entendió o respondió forzada por consejos equivocados. Lo
cual propició nuestro desencuentro.
29. MARTES
Mi trancazo ha ido a más y me he visto obligado a recurrir a
lo que no es costumbre en mí: a medicarme. Aunque sea con
receta médica. Con el miedo de que hecho ya polvo por el
resfriado tan fuerte, los antibióticos acaben por ponerme
fuera de servicio durante cierto tiempo. Tiempo es lo que
necesitan Juan Vivas y Mohamed Alí para hablar y entenderse.
Pues no es bueno que ambos vuelvan a discutir agriamente por
un quítame allá esas pajas. Que esa es la importancia que yo
le concedo a que la oposición esté en la Mesa Rectora. Que
ya tendrán ocasiones, durante cuatro años, de mostrarse cada
cual en su versión más conocida. Porque seguro que no les
van a faltar motivos para debatir. Están equivocados quienes
tienen a Juan Vivas por débil de carácter y mucho más los
que le acusan de melifluo. Es algo que he escrito en otras
ocasiones. Vivas es tan inquieto como impaciente cuando se
trata de ver terminada una obra que él desea ver finalizada
cuanto antes. Mas es paciente, hasta aburrir al adversario,
cuando por medio está en juego algo que él no quiere ceder
bajo ningún concepto. Paciente y de una dureza que no
entienden quienes lo conocen de forma superficial. Ojalá,
por el bien de todos, que su enfado por algo que haya hecho
mal Mohamed Alí, injustificado incluso en campaña electoral,
no le quite la lucidez con la cual suele afrontar los temas
delicados. Y bien sabe Vivas que éste lo es. Sobre todo
porque se sabe cómo comienzan las confrontaciones pero nunca
de qué manera pueden terminar. Por ello, aunque sea a costa
de tragarse un sapo, es preferible que surja el Vivas
dialogante, hábil y diplomático, que resuelva la petición de
Mohamed Alí con inteligencia.
30. MIÉRCOLES
Sigo convaleciente de mi trancazo. Y empiezo a recibir
llamadas de quienes me han echado de menos estos días. Pues
ya son cinco los que llevo enclaustrado. Con el disgusto
consiguiente por no haber podido darme un garbeo por las
casetas de los libreros. Una llamada me pone al tanto de
algo que yo veía venir. Mi apreciado José Antonio Rodríguez
está apuntado en la libreta de los malos comportamientos por
haber hecho amistades peligrosas. La libreta, de tapas
negras, pues así me las imagino, está en poder de quien si
bien no toma soluciones rápidas sabe esperar su momento
oportuno para que actúen otras fuerzas. José Antonio
Rodríguez ha trabajado mucho y bien en los cometidos que le
asignaron. Es más: me atrevo a decir que su labor puede
considerarse más que buena. Y ha sido así, al margen de su
afán por hacer cosas, porque es un hombre que transita la
calle con seguridad y sabe más que los ratones colorados. A
pesar de todo, también puede equivocarse. Pero su error, que
no es de ayer, puede ser subsanado con buena voluntad. Todo
antes que apartarlo de una parcela en la cual su concurso
sigue siendo muy válido. Esperemos que no le den a él las
patadas en el culo que quieren darle a quien usa y abusa de
su amistad.
31. JUEVES
Lo de Enrique Moya se veía venir. Será la cabeza visible de
una Gestora socialista que será puesta a prueba por quienes
han estado siempre en contra de la línea marcada por la
señora Palomo. O sea, por Enrique Moya; quien además de ser
secretario de Organización ha sido también responsable de la
última campaña electoral. Nunca antes me había preocupado yo
por escribir tanto del hombre que a partir de ahora mandará
en la sede de la calle de Daoíz. Y había sido así porque me
tuve que aprender su nombre el día que me dijeron que él era
un enemigo acérrimo de este periódico. Tampoco conocía su
paso por el Inem ni a qué dedicaba su tiempo libre. De
momento lo he archivado en la carpetilla de quienes se han
ganado el derecho a ser observados para saber de qué pie
cojea. Aunque, días pasados, me fui haciendo una idea de
cómo se las puede llegar a gastar alguien que prefiere
distinguir con su amistad a quienes le insultan a su
candidata y, sin embargo, desprecia a los que la ayudan.
Esperemos que ello haya sido producto de una querencia
momentánea, incitada por algún desaprensivo, y no
consecuencia de una fijación odiosa contra nosotros.
Entonces, sí sería motivo de preocupación y se convertiría
en motivo de escándalo.
1. VIERNES
El programa ‘Ser Deportivos’ cerró la temporada de fútbol
con un programa especial en el mesón Dos Hermanas. Y
aprovechó la ocasión para premiar a varios jugadores de la
Asociación Deportiva Ceuta. Los distinguidos fueron Javi
Navarro, Sandro, Pedro Berruezo y Rómulo Díaz, preparador
físico. El hecho me viene que ni pintiparado para destacar
la figura de Sandro: a quien le han concedido el premio a la
energía. Con lo cual se está destacando lo que es una verdad
incuestionable en este futbolista: su extraordinaria
capacidad física para realizar su trabajo en el campo.
Aunque en este brasileño, por cuya edad nadie se interesa,
por razones obvias, no sólo prima su condición atlética, no;
en él se da también la entrega; el sentido de la colocación;
la experiencia puesta al servicio de los compañeros más
jóvenes; y, por encima de todo, sobresale su ejemplo diario.
La persona que fichó a Sandro acertó plenamente. Ahora bien,
se impone cuanto antes buscarle un compañero en el centro de
la defensa, cuyas cualidades se complementen con las de este
brasileño atípico.
2. SÁBADO
Nunca he sido yo muy dado a hacerme el visto en los actos
castrenses. Incluso muchas veces conseguí eludir el escribir
de ellos. Lo cual no significa que mi respeto por la
institución militar no sea tan grande como a bien tengo
evitar cualquier tipo de servilismo. Recordar ahora,
aprovechando la despedida del comandante general, Luis Gómez
Hortigüela, la importancia que todo lo militar tiene en esta
ciudad, me parece una obviedad. Por consiguiente, me
limitaré a desearle al general de división los mejores
logros a partir de ahora. Con el general hablé yo en una
ocasión y fue para entrevistarle. Me atendió como suelen
hacerlo los hombres cabales. Y a sus preguntas, en aquellos
momentos, le respondí yo con la sinceridad de quien nada
tiene que ocultar. Sepa Gómez Hortigüela, en el momento de
su adiós, que no me extraña en absoluto que Ceuta tenga en
él, desde ahora, a uno de sus mejores embajadores.
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