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OPINIÓN - SÁBADO, 2 DE JUNIO DE 2007

 

OPINIÓN / EL OASIS

La gripe
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Llevo ya seis días recuperándome de una gripe que tenía tripas sin estrenar. Es decir, que se me presentó con las ideas de Islero. Lo cual me ha privado de dar mis correspondientes barzones por el centro de la ciudad. Y, lógicamente, me ha impedido asistir a la tertulia que suelo frecuentar.

De las llamadas recibidas, por quienes me han echado de menos en los sitios donde me suelo hacer visible a partir de esa hora vaga de mediodía, una ha sido de alguien que ha aprovechado la ocasión para pegar la hebra conmigo.

Lo primero que me ha dicho es que Juan Vivas, triunfador absoluto, una vez más, no cesa de reír, de manera socarrona, cuando oye o lee los muchos ditirambos que le dedican algunos de los que hasta hace nada y menos largaban contra él sin la menor consideración.

Los tiene, según mi comunicante, apuntados en la libreta de la memoria. “Aunque, como tú comprenderás, Manolo, es sólo cual recordatorio y nunca para tomarse el desquite. Que no entra ello, bajo ningún concepto, en la forma de ser del hombre que, dada su actual posición, puede permitirse el lujo de ser magnánimo hasta con quienes no han perdido la menor ocasión para zaherirle o cundir maldades contra él en corrillos o despachos.”

Dado que mi interlocutor suele ser muy receptivo a lo que se comenta en la calle acerca de los principales actores de la política, decido preguntarle por lo que se habla en relación con Pedro Gordillo. Y no duda en contarme que éste es visto como la cara desagradable del próximo Gobierno de la Ciudad. De manera que el hombre de confianza de Juan Vivas será criticado, en cuanto se presente la ocasión, acerbamente. O sea, que lo han elegido como figura indiscutible para ponerlo en la picota cuantas más veces mejor.

Al mostrar mi desagrado por lo que considero una injusticia premeditada y alentada, en algunos casos, por tipos defensores de sus intereses particulares y chanchulleros, el del telefonazo me echa en cara lo que él ve como una defensa a ultranza de Gordillo por mi parte.

Coño, hombre, le digo, si por parecerme injusta tanta animadversión hacia una persona que todavía no ha tomado posesión de su cargo te pones tan farruco, qué me hubieras dicho de haberte yo respondido que creo necesaria la presencia de Gordillo en la Asamblea.

“Pues que estarías apostando por alguien cuya forma de comportarse no gusta a una mayoría. Y, por supuesto, me habría agradado saber por qué has cambiado de parecer en relación con quien te las tuviste tiesas”.

La verdad es que mi conocido, por más que traté de convencerlo de que en mí no prima el rencor y de ponerlo al tanto de algo que él desconocía, se sintió dolorido en extremo por insinuarle que no formaré yo parte de quienes están dispuestos a zurrarle la badana a PG, a las primeras de cambio. Y terco como una mula, cuando menos lo esperaba, me clavó lo que él creía que era un rejón de castigo.

-¿Sabes tú, Manolo, que Pedro Gordillo es partidario de quitarle a José Antonio Rodríguez, viceconsejero de Turismo, su influencia en los medios de comunicación?

-Lo que yo tengo leído es que el área de comunicación puede ser separada de la viceconsejería de Turismo y Comercio. Y sanseacabó.

-Vaya, pues sabes tú bien poco. Por no decir nada. Lo que se está tramando es que un empresario, ese que GonzaloTesta cataloga como el ‘espabilado’ político-editor, salga ganando en muchas decisiones.

Antes de colgar le dije a mi comunicante que se equivocaba al creer que Gordillo era tan débil de pensamiento. Y le adelanté lo siguiente: Rodríguez ha trabajado muy bien. Pero cometió un error que puede subsanarse. Lo cual evitaría que se suspendieran sus relaciones con los medios.
 

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