El Juzgado de lo Penal Número Uno de Ceuta sentó ayer en el
banquillo de los acusados a J.M.S.D, J.M.J.L y M.J.M, por un
delito contra la salud pública.
La jueza decidió suspender la vista oral, una vez escuchadas
las alegaciones previas realizadas por los tres letrados,
por entender que podía existir indefensión para los
acusados, ya que algunas de las actuaciones policiales
incluidas en el procedimiento fueron anuladas.
Los letrados de la defensa, al comienzo del juicio, pidieron
la nulidad de determinadas actuaciones policíales incluidas
en el procedimiento, al entender que las escuchas
telefónicas realizadas por la policía, a tenor de la
investigación que se estaba practicando sobre los tres
acusados, pese a contar con una orden judicial, no
contemplaba motivación alguna.
“Siete meses después de que se inicien las investigaciones
es cuando se solicita al juez una orden para proceder a
pinchar el teléfono de J.M.J.L, por lo que cuestionamos la
motivación de la investigación y por tanto la necesidad de
esa orden judicial”, indicó el letrado de éste acusado.
Al parecer, la sospecha de la posible vinculación de los
acusados en operaciones de tráfico de hachís proceden de una
llamada anónima que recibe la Guardia Civil en el mes de
julio de 2004.
A partir de esa fecha se inicia una investigación. La
dificultad con la que se encuentran los agentes para llevar
a cabo actuaciones de mayor envergadura, según indicara la
propia jueza ante los letrados, propician la solicitud para
llevar a cabo intervenciones en los teléfonos de los
acusados. Estas actuaciones ayudan a la detención de los
tres acusados, quienes al parecer, realizaban las
operaciones de narcotráfico utilizando a soldados enrolados
en buques de la Armada que cubrían la ruta entre Ceuta y San
Fernando.
El Ministerio Fiscal solicita una pena de tres años de
prisión para cada acusado. El próximo juicio se celebrará el
27 de junio de 2007.
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