En el temple y en los resultados.
Así es como voy a enjuiciar el desarrollo y el resultado de
las elecciones del 27 M para Aróstegui y Mohamed Alí
.Aróstegui, lo hemos dicho, lleva varias legislaturas
queriendo meter la cabeza en la Ciudad Autónoma. En todas
ellas ha logrado unos resultados nefastos que le tienen
apartado de ocupar un escaño de privilegio.
Mohamed Alí es todo lo contrario. Se trata de un hombre
joven, con formación y con personalidaad. Esto es lo que ha
hecho que desde el primer momento supiera hacia donde iba, y
los resultados ahí están: es la segunda fuerza política más
votada.
Aróstegui intenta envolver a todo el que se le cruza en el
camino, pero su dialéctica rancia y trasnochada no hace más
que convencer a unos pocos, pero son tan pocos, que no
alcanzan ni un solo escaño. ¿Cuando va a dejar paso a gente
joven? Porque la tiene, y además con formación. Esperemos a
que emule a la secretaria general del PSOE, aunque sólo sea
por dignidad.
Mohamed Alí ha iniciado un camino de apertura de su partido,
para poder atraer a más gente, y de momento, aunque no era
el vecino más apropiado el que llevaba, ha logrado lo que
preveía. Ha subido su número de votantes y tiene un escaño
más. Y como además “ no vende humo”, sino que aporta y
promete cosas realizables, la confianza de los suyos ahí
está y junto a esos, también, la confianza de otros, que en
legislaturas pasadas se habían decantado por otras siglas.
Aróstegui ha prometido casi todo, para él las promesas no
tienen barreras y si es preciso añadir más, se añade, lo
malo del caso es que nadie le cree y el mes de mayo para él
ha sido nefasto, pues en la manifestación del 1 de mayo sacó
a la calle “50 y los liberados”, poco más, y en las
elecciones, parece que coincidentes con su cumpleños, salvo
que los componentes de su candidatura sean de familias muy
cortas, no le han votado ni los de la familia.
Mohamed Alí va a tener, a lo largo de la legislatura, la
oportunidad de hacerse valer en la Ciudad Autónoma de Ceuta,
con propuestas reales, solventes y lejos de meras fantasías.
Así es como debe preparar su futuro político, creo que
halagüeño y en su caso, al ser joven, con posibilidades de
lograr metas más altas.
Aróstegui, ni desde la oposición, simplemente desde la
calle, volverá a echarle un órdago a los electores y
“cantará las cuarenta” a los diputados para dejarse ver,
pero está ya tan lejos de la realidad que lo mejor que
podría hacer es dar paso a alguno de los jóvenes que están
cerca de él, con lo que él se quedaría lo más lejos posible
de todo lo que sea tomar decisiones que salpican, para mal,
a todos los que están a su alrededor.
Mohamed Alí, si es que de verdad, quiere abrir el partido,
podría volver a “tirar los tejos” al PSPC, ya sin Aróstegui,
y con tacto, temple y buenos proyectos se podría formar una
“pareja de baile” que plantara cara en su día al mismísimo
PP. Yo sí creo en la apertura del partido UDCE y también
creo que debe y tiene que seguir por la senda que está
marcando sensatez y sentido común. Un partido así hace falta
para romper la monotonía alternante PP-PSOE, cuando el PSOE
aquí sea más de lo que es ahora.
Aróstegui, desde mi punto de vista, tendría que haber
recogido el guante que le enviaba el UDCE, pero su orgullo
infundado, su falta de esquemas y su miopía política no le
han dejado ver tres palmos más allá de sus narices y así le
ha ido.
Mohamed Alí, en esa apertura de UDCE, tiene que buscar
también el voto de otras culturas y no pensar únicamente en
los musulmanes. IU ha hecho lo que podía, pero siendo
realistas, en el “rojerío” de IU había puntos que nada bien
podían caer en una potencial masa de votantes que distan
mucho de la línea marcada por IU.
Y ya que vamos a terminar, hay que dar la “bienvenida” de
verdad a uno joven y con ganas, Mohamed Alí, que repite en
la Ciudad Autonómica de Ceuta, y hay que despedir con
alegría a alguien que a lo sumo actuó como un visionario o
un analizador de sueños y en este caso ya se sabe, que los
sueños, sueños son, por siempre y jamás. Eso pienso ahora y
posiblemente mañana.
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