Hoy nos corresponde, como es
natural, tratar el aspecto conjunto de una cuestión, o sea,
el panorama de las elecciones recién celebradas
personificado en los candidatos a la presidencia de la
Asamblea, comentando estos resultados que por esperados no
nos depararon sorpresa alguna ya que la mayoría, por no
decir todos de cuantos hemos tratado los temas electorales,
así lo hemos plasmado en nuestros comentarios anteriores al
proceso. Y empezaremos por el candidato popular
Juan Jesús Vivas Lara.- No nos acordamos de quien dijo en
una ocasión, refiriéndose a un Alcalde de la era democrática
de nuestra Ciudad, que si quisiera, estaría en el
Ayuntamiento más tiempo que la Virgen de África en el
Santuario, frase que nosotros aplicamos a este “gran routier”
tipo Jacques Anquetil, Eddy Merkx o el mismísimo Miguel
Induráin que es nuestro reelegido presidente que, como
cualquiera de los atletas mencionados, ha venido ganando día
a día durante el mandato de cuatro años que con mayoría
absoluta le confiaron los electores, todas las etapas en sus
distintas modalidades habiendo superado las dificultades
encontradas en el camino de la meta final que, como no podía
ser de otra forma, ha supuesto su llegada en solitario y, lo
que es más notorio, sin dar tregua alguna ni posibilidad de
acercamiento a sus contrincantes. Tenemos, pues, y no es
aventurado anunciarlo, a la vista de los resultados, de la
aceptación popular y de la excelente gestión realizada que
es lo más importante, a Juan Jesús Vivas como
Alcalde-Presidente por todo el tiempo que él quiera
desempeñar el cargo.
Mohamed Mohamed Alí.- Aquí queda demostrado que existe,
quiérase o no, en Ceuta un colectivo de origen musulmán que
sigue fiel a quienes profesan su misma religión, aun cuando
en algunos medios de comunicación hayan hecho mención a
Izquierda Unida como titular de los escaños conseguidos,
cuestión ésta última que por conocimiento de causa de
quienes aquí residimos, sabemos que los votos se deben al
UDCE, por la sola actuación de Mohamed Ali quien como
Diputado y por su preparación, se merece la reelección de su
equipo y, es más, el incremento, como ha conseguido, de un
puesto dentro de la Cámara del ente autonómico, en
detrimento de otro partido de corte musulmán.
Maria Antonia Palomo Fernández.- Aquí podríamos aplicar
aquello de que “Ceuta es una madrastra para sus hijos” que,
en el Libro de Oro de la Ciudad dejó un día plasmado Rafael
Orozco Rodríguez-Mancheño. Y no por la gestión, que poco ha
podido hacer esta candidata cuando ya en la edición
anterior, en la que tampoco le dio su confianza el
electorado, solo disponía de dos diputados. Pero si que, por
la constancia, entrega y trabajo incansable para ejercer una
oposición rigurosa, merecía otro reconocimiento de su
pueblo. De esto, quien ha venido contemplando desde su
importante puesto de Secretaria General del PSOE ceutí como
había personas que venían desde la acera de enfrente a
saludarle, nos hacemos cargo y comprendemos su triste
despedida y lealtad a sus ideas con la expresión de “creo
que esto debe tomar otro relevo”, anunciando su dimisión y
dejando paso a quienes, desde ahora, tienen la obligación de
mantener o, si cabe, mejorar la presencia de este histórico
partido en el seno de la Asamblea de la Ciudad Autónoma de
Ceuta.
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