Las nuevas caras del Pleno [solo falta por conocer
definitivamente los dos representantes del PSOE por la
renuncia de Palomo y las probables de Moreno y Cordente -2 y
3 en la lista respectivamente-] dan como resultado la
presencia entre los 25 asientos de representantes de todas
las confesiones religiosas, o culturas, que conviven en la
Ciudad Autónoma de Ceuta. Nunca antes se había producido un
hecho similar.
El PP, en sí mismo, ya aporta musulmanes, hebreos, hindúes y
cristianos lo que, añadido a su aplastante victoria en las
urnas, le otorga la vitola de ser la única formación plural
de cuantas se han presentado al examen ante los ciudadanos.
Primera mujer musulmana
Pero si de por sí este dato ya es históricamente novedoso,
el hecho de que UDCE-IU aporte [con sus cuatro escaños] una
mujer de confesión musulmana con el tradicional ‘hiyab’ o
velo de uso cotidiano, añade aún más historia al devenir de
la política de Ceuta, convirtiéndola sin ningún género de
dudas en el ejemplo más claro de normalización de la
sociedad ceutí para extrapolarlo no sólo al resto del país,
o a Europa, sino al resto del mundo.
La visión política
El que el PP haya obtenido, de nuevo, 19 escaños con el
añadido de haber recibido casi dos mil votos más que en
2003, indica que la ciudadanía en términos generales
respalda absolutamente la gestión encabezada por Vivas y su
gobierno a lo largo de estos últimos seis años. Esto es
inapelable.
A partir de ahí, los partidos políticos que ‘erre que erre’
-doce años después- siguen pretendiendo acceder desde la
izquierda localista, lo único que han logrado es debilitar
aún más [al dividirse el voto] al PSOE ceutí que ha visto
como los resultados electorales no se corresponde, de ningún
modo, con el poder espiritual que supone el hecho gobernar
España. Palomo no ha sabido rentabilizar este hecho y ha
anunciado -honestamente- que lo deja.
Mizzian con su PDSC desaparece del Pleno y UDCE-IU forman
una dupla que, de momento, logra resistir al ‘tirón’ del PP.
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