Mucha tranquilidad en los 35 colegios electorales en los que
los 57.503 residentes, con derecho a voto, en la ciudad
autónoma podían depositar su sufragio. La afluencia aumentó
a medida que la mañana tomaba forma, y es que los domingos
no están hechos para madrugar. A primera hora solo los
valientes que sacaban a pasear al perro, y Juan Redondo de
los Verdes, depositaron su voto.
Algún ‘malentendido’ retrasó la composición de ciertas mesas
electorales pero todo se resolvió sin mayor tipo de
problemas. Pero el pasivo goteo de votantes aún era latente
a las 11:00 de la mañana. Cuando el colegio público ‘José
Acosta’, situado en Hadú, ya llevaba abierto tres horas, los
interventores y apoderados de los diferentes partidos
políticos comentaban que la jornada era “demasiado
tranquila”. A esas horas pocos electores habían ejercido su
derecho a voto.
Mejor más tarde
Poco más tarde, sobre las 12:00 de la mañana, el Centro de
Educación para adultos, Edrissis, situado en Polígono Virgen
de África, apenas tenía votantes y las personas que
componían las mesas se alegraban al ver entrar a algún
avispado votante.
Un poco más diferente fue la situación en centros más
céntricos., como el caso del instituto Lope de Vega.
Alrededor de las 13:00 horas la afluencia no era masiva pero
si bastante fluida y el movimiento era mucho mayor que en
otras zonas de la ciudad.
Otro de los grande centros electorales, el Siete Colinas,
que acoge a un porcentaje notable de electorado, mantuvo una
aceptable participación a lo largo de todo el día pero
posiblemente también muy por debajo de lo esperado.
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