Arrimando una vez más el ascua a
su sardina y siguiendo con la patrimonialización de la
figura de Abdelhalak Torres, que tan buenos resultados le
dio en su momento, el partido del Istiqlal -posiblemente el
más nacionalista de las formaciones políticas marroquíes,
miembro por otro lado de la Internacional Liberal gracias al
patrocinio, en su momento, del PP de Aznar- conmemora hoy en
la capital del Rif, Alhucemas, en un acto presidido por su
secretario general, Abbas El Fassi, el 37 aniversario de la
muerte del tetuaní Abdelhalak Torres, destacado miembro de
la comunidad andalusí y primerísima figura de la insurgencia
nacionalista en el territorio gestionado bajo el
Protectorado español antes de la independencia del país, en
1.956 Ya en un clima de precampaña cara a las próximas
elecciones de septiembre, el Istiqlal (embarcado en una ola
de inauguración de nuevas sedes del partido) aprovecha otra
vez la figura del líder tetuaní para organizar un mitin bajo
el lema “La unidad del Magreb, una prioridad en la lucha
nacional”.
Nacido en 1910 y muerto en 1970, Torres trató a los
principales líderes árabes de su época (desde el tunecino
Burguiba, al príncipe Faisal de Arabia Saudí, el filonazi
Gran Muftí de Jerusalén, Amin El Hussein o el “rais” egipcio
Nasser, entre otros), así como al líder rifeño Abdelkrin ya
en su etapa de exilio en El Cairo (hacia finales de los años
cuarenta) y al famoso guerrillero Ernesto “Che” Guevara.
Marchando en dirección contraria al fundador de la efímera
República del Rif o al intento secesionista del Glaoui,
pachá de Marrakech, la figura de Abdelhalak Torres fue
determinante en la articulación conjunta del nacionalismo
marroquí del sur (bajo el Protectorado francés) y del norte,
en el Protectorado español, lo que no fue óbice para que en
la época del Alto Comisario Rafael García Valiño, fuera
nombrado en enero de 1955 ministro de Asuntos Sociales del
gobierno jalifiano. Primer embajador de su país en Madrid
tras la independencia el 28 de junio de 1956, Torres preparó
auxiliado por su consejero cultural y de prensa, Ibn Azzuz
Hakim y su consejero político, Ibn Mufti, la recepción con
la que el Régimen de Franco agasajó a Mohamed V, gestionando
también el 18 de septiembre de 1956 la visita del entonces
Príncipe heredero Mulay Hassan a Madrid.
Enfermo de arterioesclerosis y diabetes, con su gran fortuna
personal invertida en labores políticas, sus amigos le
auxiliaron discretamente hasta el último momento. El 26 de
mayo de 1970 viaja de Tetuán a Tánger, donde esta vez y en
contra de su costumbre (solía alojarse en el hotel “El
Minzah”) reserva habitación en otro establecimiento, “El
Almohade”, donde por la noche fallece. Sus funerales, en
Tetuán, todavía se recuerdan con emoción.
Abdelhalak Torres, sin duda, ha sido el paladín por
excelencia del nacionalismo marroquí. ¿Fue su pacto con El
Fassi el “abrazo del oso” que arrumbó, posteriormente, con
las esperanzas del norte….? Hoy día, con perspectiva, así lo
parece. En todo caso parece excesivo -y abusivo- que un
partido político, el Istiqlal, que tiene mucho que callar y
muchas cuentas que saldar en el norte de Marruecos, siga
patrimonializando en provecho propio su imagen.
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