Decía Mikhail Gorbachev
defendiendo su pùesta en práctica de la Perestroika que “
ninguna sociedad puede cambiar de la noche a la mañana su
sistema de administración económica por otro distinto,
aunque sea un sistema más adelantado ... habrá que ajustar
un mecanismo dinámico flexible ... susceptible de ser
constantemente modernizado, aceptando lo avanzado y
rechazando lo caduco”.
Comienzo con frases de Gorbachev y no de Santa Teresa por
esa unión, al menos para las elecciones de la UDCE con IU y
que desde la propia UDCE se asegura que ese “matrimonio” de
conveniencia se ha debido a la idea de apaertura de UDCE
hacia otros ámbitos, pero que no había un espacio en el
espectro político que pudiera unirse con ellos. Es más, se
ha hablado de las relaciones con el mismísimo Aróstegui, con
el que no se llegó a ningún acuerdo. Lo ilógico - digo yo -
es que con Aróstegui se pueda llegar a algo que implique
orden y seriedad.
No me quiero salir del tema de hoy que es la comparecencia
de Mohamed alí, la noche del miércoles, en el Hotel La
Muralla, ante los medios de difusión, una vez más sin la
agencia Efe, algo inexplicable el que a esta agencia no se
la haya invitado.
Mohamed Alí estuvo listo, estuvo claro, estuvo sereno y
conoce de qué va “ el paño”. Su formación jurídica le hace
utilizar ls términos con claridad y exactitud, con lo que es
difícil pillarle en renuncios lingüísticos.
A lo largo de la hora y media lo vi seguro, y lo vi
excesivamente enfrentado al PP cuando dice:” Se piden
disculpas al PSOE y no a la UDCE”. Bueno, todo hay que
valorarlo, pero en asuntos como el de Comunidad autónoma, el
“cocido” a los más altos niveles, por mal que se lleven en
el día a día lo van a “cocinar” los dos grandes partidos,
porque un asunto como ese no puede quedar en cualesquieras
manos, porque Mohamed Alí sí daría la talla, pero hay
líderes de grupos localistas que... “madre de Dios”.
Justifica su campaña insistgente en la Barriada Príncipe
Alfonso, según él con una población de más de 10000
habitantes, pero asegura, y es cierto, que han recorrido
otras zonas en las que cuando menos hay el 50% de
crisitianos y otro 50% de musulmanes.
Partiendo de aquí, trata de justificar, sin tensión, con
buen temple y con mesura, la idea que tienen de que su
partido sea un partido abierto, cada vez más.
Es más, a lo largo de su intervención no rehuyó en darle un
“sartenazo” a Mizziam, del que dijo, posiblemente con
acierto, que se había echado en manos del PP.
Lo difícil era justificar las coincidencias de UDCE con IU,
si es que las hay, y Mohamed Alí -usando yo una terminología
taurina- estuvo aseadito al “ lidiar ese morlaco”:
“ Los dos pretendemos políticas progresistas”, es esta una
cantinela no propia de Mohamed Alí, precisamente, sino de
los grupos cercanos a lo que hoy es IU, y en otros tiempos
fueron grupos similares, cuando consideran todo lo que no
son ellos, de “carcas”, “fachas” ... o la etiqueta que se
les ocurra poner.
Menos mal a que, dando muchas vueltas, hemos podido llegar a
conocer que ese matrimonio de “conveniencia” ha sido porque
la UDCE no tenía otra salida para abrirse, con lo que la
fórmula de “políticas progresistas” se podría dejar para
otro momento.
Lo que más me sorprendió, siguiendo con esta unión es lo de
que “ hay convergencia política, con giro hacia la
izquierda”. Mohamed Alí y aquellos que conozco de ese grupo
tienen de todo lo que quieran tener, pero de “izquierdosos”
nada de nada.
Por tanto, habrá que hablar claro, habrá que hablar de
conveniencias, pero eso otro sería totalmente incierto, y de
ser así el 40% de los votos que tienen, si no más emigrarian
hacia otras direcciones.
Tengo que repetir que me pareció interesante esta
comparecencia, sus exposiciones y si le tuviera que poner
algún pero sería que “mientras dice muy bien lo que sabe,
hay veces, en algunos temas que no sabe totalmente lo que
dice al tratar el asunto ese del matrimonio como izquierdoso”.
Rápido de reflejos, sensato en lo que le convenía, sin dar
un paso donde pudiera resbalar y con la lección bien
aprendida, pero como político dejó el pabellón muy alto.
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