No se está haciendo larga la
campaña electoral, posiblemente porque hay menos incidentes,
aquí en Ceuta, de los que se generaron en épocas
precedentes, y a falta de poco más de 24 horas para el día
de reflexión todo el pescado está vendido, salvo un puesto
en la Asamblea que se lo disputan los cuatro grupos que más
fuerza parecen tener.
Ese escaaño podría dar la entrada a la Asamblea a Aróstegui
¡¡ Qué Dios nos coja confesados!!, podría llevarselo el
PSOE, con lo que habría saltado de dos a tres, fracaso de
todas formas; incluso podría ir a las filas de Mohamed Alí
con lo que habrían superado ligeramente lo anterior y esa
apertura hacia IU no habría sido tan mala, y por último,
porque puede darse, podría engordar un poco más la
representación del PP, llegando a los 19 y rematando la
goleada.
No hay muchas más variantes que se puedan dar: 1- 2 - 3 -
18, sería la composición de la Asamblea, para cuatro años,
además de ese escaño “danzante” que no se sabe donde va a
recalar.
Los últimos “meetings” no parece que cambien mucho y tampoco
las apariciones en la televisión local de los cabeza de
lista con representación en la Asamblea debe mover mucho la
situación del voto.
La primera en aparecer en Ceuta TV, en la noche del martes,
fue la representante y cabeza de candidatura del PSOE, María
Antonia Palomo. Frente a ella, aunque con pocas ganas de
“hacer pupa” estaban representantes de los diversos medios
de comunicación local, salvo la Agencia Efe.
Me extraña ese lapsus de haber dejado fuera a Efe, y me
extraña porque si hay algún medio que tiene alcance nacional
es precisamente este, con lo que su olvido, por parte de
quien organizó ese cara a cara con la representante del PSOE
es imperdonable. ( Debo decir de ante mano que en esto nada
tiene que ver ni el PSOE, ni la propia María Antonia), a
cada uno lo suyo.
La hora y media de preguntas y respuestas no dio material
para grandes titulares, y sólo las “ocurrencias” del bueno
de Manolo de la Torre despertaron un poco del tedio en el
que se iba cayendo, tedio que también dejó de dormitar en un
par de interpretaciones de María Antonia Palomo, al citar,
por ejemplo, el conflicto de la Isla de Peregil.
Fuera de eso y las frecuentes alusiones de la candidata del
PSOE al Partido Popular, los espectadores de la “tele” y la
“ clake” que se habían llevado al Hotel La Muralla no
pudimos sacar muchas conclusiones y , ni siquiera, teniendo
muy buena predisposición para cambiar el voto, yo lo
cambiaría hacia María Antonia, primero porque no aportó nada
llamativo y en segundo lugar, bien lo sabe ella, porque uno
de Ávila, y yo lo soy, que tenga dignidad no podría darle a
ella su voto. Así de simple.
Pero dejando de lado simpatías o antipatías personales, en
esa hora y media podríamos decir, ahora que estamos en las
fiestas de San Isidro con festejos taurinos diarios, la
candidata hizo una faena “aseadita”, en algún momento
“metiendo únicamente el pico de la muleta”, con lo que el
festejo terminó con silencio en los tendidos. Ni siquiera
división de opiniones, bien porque el “maestro” ( la
candidata) no se destapó mucho, en un día falta de
inspiración, o bien porque no tuvo enfrente “el ganado” con
demasiado peligro para lucirse en la faena y luego salir por
la puerta grande.
Sin querer he llegado a eso de salir, o llegada al final,
cosa que sucederá en este caso si los resultados son malos,
y como realmente ni son buenos, ni lo van a ser, es posible
que el domingo por la noche, con o sin lágrimas en los ojos
la secretaria del PSOE puede ser una “ex”, a la que se le
agradecerán los servicios prestados, pero se tirará de algún
otro que tenga más tirón, más temple y esté mejor asesorado
que ha estado desde el primer día, María Antonia Palomo.
Cuando estoy escribiendo todavía quedan dos noches antes de
finalizar oficialmente la campaña. Antes, cuando usted esté
leyendo esta columna ya habrá estado Mohamed Alí, y para
cerrar campaña, por algo es el que más votos tiene, estará
Juan Vivas, que no sé si aportará algo nuevo, pero su propio
talante y su compromiso ya le hace ser el número 1
indiscutible de Ceuta, para cuatro años más y para bien de
esta ciudad.
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