Se define “con toda humidad” como “un chico de Ceuta que
quiere lo mejor para su ciudad” y rechaza “estupideces” como
que, si llegase a la Presidencia de la Asamblea, eliminaría
la Semana Santa. Lleva doce días pateando la periferia de
Ceuta, puerta por puerta, pidiendo a los ceutíes que tengan
“principios” y que no se fíen de las ofertas que empleo y
vivienda que, según denuncia, está haciendo el PP “en una
nueva forma de esclavitud”. Es el presidente de UDCE, el
número 1 de la lista de la coalición UDCE-IU, el joven
abogado que en 2003 pasó de la nada a convertirse en jefe de
la oposición. Dicen algunos de sus amigos que es demasiado
bueno, que tiene demasiado romo el colmillo, para sobrevivir
en política. Para el domingo, en su reválida ante los
ciudadanos, pide a los ceutíes que separen de una vez
política y religión a la hora de escoger papeleta: “En mi
acción y en mi discurso no tienen nada que ver mis
convicciones religiosas”.
Pregunta: ¿Hace un año tenía usted la sensación de que
las cosas iban mejor de lo que ahora parece que van a ir en
las urnas el próximo domingo para UDCE-IU?
Respuesta: Hemos enfocado la campaña con la intención de
consolidar el proyecto y crecer un poquito, pero nos hemos
encontrado con un partido, el PP, que jugando con la miseria
de muchos ceutíes prometen trabajo, vivienda y otras muchas
cosas a cambio de su apoyo. Competir con eso ante personas
que llevan años en el desempleo o en la infravivienda es
prácticamente imposible, sobre todo si quien lo hace está en
el Gobierno.
P: Ustedes, a cambio, ¿qué ofrecen?
R: Apelamos a los principios, a la dignidad y a la honradez
de los ceutíes. En UDCE-IU hemos sido muy claros: no podemos
ofrecer trabajo y vivienda, pero sí la disposición a
trabajar para que los ceutíes puedan tenerlos. La política
no se puede convertir en un mercadeo.
P: Esto que dice es muy grave
R: Sí, porque estamos intentando competir contra un nuevo
estilo de esclavitud. Pretenden crear esclavos como con los
Planes de Empleos, que tradicionalmente no han sido más que
un instrumento de clientelismo político: te metías a
trabajar pero debías eternamente al partido en el poder ese
presunto favor. Es un frente muy difícil de contrarrestar,
pero sólo podemos confiar en la dignidad de los votantes
para hacerlo.
P: ¿Qué tiene constancia UDCE-IU que se está ofreciendo a
cambio del voto?
R: Tenemos constancia de que se están ofreciendo contratos
de trabajo y viviendas, pero lo que se está haciendo en
realidad es engañar a las personas. Se están aprovechando de
este momento coyuntural para que les voten y después si te
he visto no me acuerdo. El que no te ha dado ni ha creado
las condiciones para que puedas conseguir trabajo y vivienda
durante cuatro años no te lo va a dar ahora: sólo quiere el
voto.
P: Dando por real su denuncia, ésta se suma a los
desgraciados incidentes que ha vivido usted y el PDSC bajo
la forma de pintadas, quema de vehículos, peleas
callejeras... ¿Se está ensuciando demasiado la campaña en
estos últimos días?
R: Alguien se está esmerando en intentar crear un ambiente
de crispación que no hay. Ocurrió el desgraciado incidente
de la furgoneta del PDSC, que hemos condenado y esperamos
que la Policía encuentre a los responsables, y me pareció de
muy mal gusto las pintadas que aparecieron frente a la casa
de mis padres. A pesar de ello, uno intenta abstraerse de
este tipo de cosas y seguir hacia delante deseando que todo
transcurra con normalidad y que los ceutíes participen y
voten.
P: ¿No se está hablando demasiado de dios en esta
campaña?
R: Hemos intentado huir de ese discurso que busca el PP para
así, a través del miedo, aglutinar a su electorado. Lo han
dicho Aróstegui y la propia Toñi Palomo: el PP está diciendo
que quien no vote a Vivas favorece a Mohamed Ali, como si yo
fuera un monstruo. Quiero dejar claro, con toda la humildad,
que sólo soy un chico de Ceuta que quiere lo mejor para su
ciudad. Estupideces como que si yo soy presidente voy a
acabar con la Semana Santa son las que quiere difundir el
PP.
P: Es un discurso peligroso
R: ¡Hay que decírselo a quien lo expande! Yo sólo quiero una
Ceuta donde todos vivamos en armonía. Quien incita el odio
además se molesta cuando le respondes, como si no tuviéramos
derecho a expresarnos.
La “paradoja” del PP
P: ¿Se considera usted el líder de “la coalición del
apartheid”?
R: Esa frase es una más en la estrategia del miedo del PP,
en este caso en la boca de alguien que lo único que hace es
holgazanear en Madrid y decir barbaridades cuando se acercan
las elecciones. Lo paradójico del PP es que trata de
atribuir a sus adversarios los errores en los que incurren
ellos. Hay un antes y un después del tema de la chirigota,
del premio que otorga el Gobierno del PP, de la indignación
que suscita en gran parte de la ciudadanía y una
manifestación. A pesar de todo, el PP no quiso retirar ese
premio, que fue congelado gracias a una querella. Eso es
dividir la ciudad.
P: ¿Se ha arrepentido de convocar aquella manifestación?
R: No, porque había razones para hacerlo en la actitud del
Gobierno de Juan Vivas. Además, que no se le olvide a nadie
que no lo hice yo sólo, que fue un amplio colectivo de
entidades políticas y sociales quien lo hizo.
P: Hace tiempo no es que hicieran manitas, pero su
relación no era tan mala con el PP. Usted llegó a reunirse
con Pedro Gordillo para pactar la plasmación del árabe en el
Estatuto. ¿Todo iba bien hasta la chirigota?
R: Nosotros hemos apoyado iniciativas del PP incluso después
de romper relaciones. Hubo reuniones, es cierto, para
consensuar grandes temas del Estatuto, pero lo que no puede
ser es que cuando no les interese nos acuse de boicotear su
reforma, de marroquinizar la ciudad o de dividir la ciudad.
No podemos permanecer impasibles ante eso.
P: De la UDCE dice ‘La Gaceta Popular’ que “no ha
evolucionado”. ¿En qué se diferencia esta campaña de la de
2003 en la que debutó frente al electorado?
R: En 2003 no teníamos sección juvenil y hoy tenemos, mal
que les pese, la más pujante de Ceuta con más de 300
afiliados, lo cual avala nuestro proyecto político serio y
de futuro para todos los ceutíes. Tenemos cuatro años de
experiencia en la Asamblea y en la política nacional, hemos
crecido en afiliación, hemos trabajado mucho y bien en la
Asamblea y tenemos un acuerdo político con una fuerza
estatal que nos da proyección.
P: Ustedes les dan argumentos al no desarrollar la misma
campaña en una parte y en otra de la ciudad
R: No es cierto. Hemos estado en el Príncipe tres días
porque su densidad demográfica es muy alta, pero hoy [por
ayer] y durante los próximos días estaremos en el centro y
en muchas otras barriadas que también cuentan como Bermudo
Soriano, Finca Guillén, Sardinero...
P: Para terminar con el asunto, ¿podría explicar qué
papel juega la religión que profesa en su acción política?
R: Este es un Estado aconfesional y la religión forma parte
del ámbito individual de cada ciudadano. Este es un proyecto
político, no religioso.
P: Sí, pero los líderes tienen convicciones religiosas
que les pueden influir más o menos en su acción
gubernamental. ¿Las convicciones religiosas de Mohamed Ali
juegan algún papel en su vida política?
R: No tienen nada que ver ni con la acción ni con el
discurso político de UDCE-IU, y espero que en el resto de
candidatos también sea así, sinceramente, sobre todo en el
PP. Nosotros no acusamos de fundamentalistas a nadie por
participar en actos religiosos. Estoy harto de esta doble
moral: ¿Dónde está el líder musulmán cuando denuncia lo de
la Manzana del Revellín, cuando denuncia lo que ocurre en la
calle Antioco, cuando denuncia expedientes de la Ciudad que
nada tienen que ver con vecinos musulmanes ante el Defensor
del Pueblo?
P: ¿Se comprometería a que nunca jamás va a decir una
frase del tenor de ‘Alá no quiera que tal candidato sea
presidente de Ceuta’?
R: Evidentemente. Al señor Gordillo habrá que preguntarle si
reza todos los días para que yo no sea presidente. Imagínese
que yo hubiese dicho algo así... Sería un radical, un
terrorista, un fundamentalista... Sin embargo, si lo dice el
PP no pasa nada.
P: ¿Qué les ha dado IU?
R: Muchas cosas, entre ellas la posibilidad de hacernos
escuchar en Madrid y ante el resto de los españoles. Si no
hubiese sido por nosotros el tema del espionaje militar no
hubiese llegado a las Cortes, por poner un ejemplo.
P: Dice que UDCE ha trabajado mucho y bien en la
Asamblea, pero el mismo argumento utiliza el PDSC cuando
ambos han estado, curiosamente, en la oposición. ¿Esos no
son méritos del PP?
R: UDCE ha presentado alegaciones todos los años a los
Presupuestos de la Ciudad y, gracias a esas alegaciones, se
ha conseguido que haya más dinero para becas y otras
iniciativas. Lo que no se nos puede pedir es más de lo que
podemos hacer porque el Reglamento de la Asamblea nos
bloqueaba sistemáticamente bajo la ley del rodillo del PP:
no podíamos convocar Plenos, ni participar en la elaboración
de su Orden del Día, ni en las convocatorias de las
comisiones... ¿Por qué? Porque es la única Asamblea de
España en la que la Vicepresidencia segunda de la Cámara no
está en manos de la oposición.
P: Están incluyendo en su programa electoral, y no sólo
la UDCE-IU, aspiraciones bajo la apariencia de promesas que
no estará entre sus competencias aún llegando al Gobierno
como la aduana comercial, la reforma del Régimen Económico y
Fiscal Especial (REF)... ¿Por qué?
R: Porque la Ciudad, aún no siendo competencia suya, no
puede permanecer al margen de temas que le afectan
directamente. En nuestra acción debe estar la exigencia
permanente al Gobierno central de que se inmiscuya en esos
temas. Lo que no puede ser es lo que ha hecho Vivas, que en
2003 decía que tenía medidas para sacar a la ciudad de la
crisis económica y en cuanto entró el PSOE en La Moncloa
dijo que ya no podía. Así puso de manifiesto su deslealtad
con el Gobierno socialista y su falta manifiesta de voluntad
política. ¿Qué problema hay con pedir al Ejecutivo de la
nación que haga las gestiones oportunas para tener una
aduana comercial, para que nos prepare mejor frente a la
liberalización de aranceles de Marruecos, para que canalice
a través de las ciudades autónomas la inversión europea en
el Magreb? ¿Qué problema hay?
P: Ustedes han prometido cosas que cuestan dinero, como
la ampliación del número de becas o los libros de texto
gratis, por hablar de Educación. ¿De dónde lo van a sacar?
R: De gastos de Personal, que ya llegan a los 15.000
millones de pesetas. De gastos de Comunicación, de gastos
superfluos en Turismo que no sirven para nada... Hay que
hacer una escala de prioridades y para nosotros una
prioridad es atajar el fracaso escolar. Si usted me pregunta
si prefiero gastarme un millón de euros en estatuas o en
libros de texto, que además cuestan mucho menos, ya sabe
cuál es mi respuesta.
P: Explique lo de que los profesores tengan “nociones” de
árabe. ¿Les obligaría a aprenderlo?
R: El protagonista del fracaso escolar es el alumnado
bilingüe que tiene problemas de adaptación a la lengua
oficial, que es y debe ser el castellano. Eso lo dicen
estudios especializados, no yo. Lo que planteamos es que,
ante el fracaso generalizado de todas las medidas aplicadas,
¿por qué no probar que el profesorado existente reciba
cursos de formación que faciliten su relación con ese
alumnado y, en consecuencia, mejoren su adaptación a las
aulas?.
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