PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MIÉRCOLES, 23 DE MAYO DE 2007

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

Cuestión de estilo
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

Alain de Benoit decía “El estilo es el hombre” y no existe formación, medio de comunicación o empresa que no presuma de poseer su propio “Manual de Estilo”. Que, por cierto, suele servir más bien para poco, pero que está cargado, casi en plan barroco, de buenísimas y sanísimas intenciones. Vengo a decir que alternan la moralina más ñoña con los capiteles corintios de hojas de acanto y la paridas de tintes onegetistas con la policromía en las tallas.

Lo cierto, e que “es necesario” poseer una especie de catecismo seglar con normas y reglas llamadas a regir y encauzar las actividades humanas de los componentes de la peña en cuestión. Porque resulta imperdonable perder las formas. Aunque tampoco resulta excesivamente relevante, es decir, un hecho digno de aparecer en negro sobre blanco y letra redondilla y susceptible de “desencadenar reacciones” de “repulsa, rechazo y condena” el que le metan una pedrada al cartel de la sede del partido de Alí, ni que incendien la furgoneta de Mizzian. Son putadas, pero no sucesos políticos de primera línea, capaces de sustanciar una oleada de solidaridad, porque carecen de relevancia. Comparados con el País Vasco donde los hijoputas del abertzalismo van reventando mítines en plan violento, sin encontrar por parte de sus víctimas más reacción que la congoja y la llamada “firmeza de los demócratas” que consiste en aguantar firmes mientras el batasunerío te maja a palos,los hechos carecen de relevancia. Y más aún si se comparan con las mil pequeñas tropelías lógicas de cualquier contienda. O con el macrobotellón convocado en Granada para destrozar y llenar de mierda las calles y asustar a los ciudadanos, amedrentando al tiempo a las personas de buenas costumbres que vota PP. Puestos al mismo nivel de las auténtica maldades y bajezas políticas como los ataques reiterados a las sedes de los populares tras el 11-M, respondiendo a convocatorias por SMS, lo sucedido en Ceuta es anecdótico, pero no trágico. A no ser que Alí y Mizzian tenga carácter napolitano, porque ya se sabe que, los napolitanos “crean” la tragedia para vivirla.

¿Qué a unos tipos les han apedreado un cartel? Pues que palpen la poca vergüenza que puede tener parte de la población y que pongan otro, pero, el gamberrismo marginal no puede confundirse con historias de conspiraciones. Al igual que el incendio de la furgoneta ¿Cuántos vehículos, cientos de vehículos van calcinados en el norte? ¿Qué magnitud alcanzan los destrozos de las hordas de mierdas okupas y antiglobalización, cada vez que se manifiestan en Barcelona y arrasan las barriadas?. Seamos serios, colegas. Y además Mizzian debe una explicación al pueblo de Ceuta porque, ardió el vehículo, ardieron cartelería y un megáfono, lógico en la acción propagandística de una formación. ¿Pero como cojones llegó a arder un “sofá”? ¿Es que, dentro del buga tenían un sofá? ¿Y con qué objeto? Ni en una caravana de camping he visto que tengan sofás, como muchos sillas plegables, el sofá pertenece al entorno doméstico , a las zapatillas de andar por casa al mando ante la televisión y la cervecita que atrae los más sentidos eructos.

Esto me intriga, es un auténtico misterio sin resolver, algo así como un poltergeist, una telequinesia, fantasmogénesis, un pasón. Pero, me aclaren ¿Qué cometido tiene un sofá dentro de una furgoneta? ¿Había también un mueble-bar?. Me va a dar fiebre cerebral de tanto meditar, porque este es un matiz sociológico que tiene su intríngulis y está cargado de intencionalidad secreta. Opino que debería pronunciarse Gordillo para despejar incógnitas, o realizar un comunicado conjunto con la señora Palomo.

Sí. Relativo a la funcionalidad del sofá churrascado. Me llama de incógnito uno del CNI y me confía que, el sofá tenía como cometido el servir como continente del importante contenido del Libro de Estilo del partido de Mizzian. Es decir, que sobre el asiento estaba el libro abierto y en el respaldo un pequeño cartel de carácter admonitorio “Para pasar la hoja no chuparse el dedo”. Vale. Esta explicación me sirve y me ahorro el trankimazín, porque, en el fondo y en la forma es una cuestión de estilo.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto