Entramos en la última semana de la
campaña para las elecciones municipales. Los partidos, cosa
lógica, van aprovechar hasta el último suspiro para tratar
de captar la mayor cantidad posible de votos, recorriendo
calles céntricas y barriadas en ese intento de atraerse la
confianza de los indecisos que, aunque pueda parecer lo
contrario, son los que pueden dar un vuelco a las
elecciones.
El asunto, en nuestra tierra, no tiene vuelta de hoja. Aquí
está todo el pescado vendido. Los mismos partidos saben que
no tienen nada que hacer frente al candidato del Partido
Popular, Juan Vivas. La razón de esa derrota anunciada y de
la que todos son consientes es, sin lugar a dudas, que el
pueblo de forma mayoritaria prestará todo su apoya al actual
presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta.
Recurriendo al símil deportivo, se podría decir, sin temor a
equivocarnos, con relación al resto de los partidos que se
presentan a estas elecciones municipales, que su liga no es
la de enfrentarse a Juan Vivas sino entre ellos, tratando de
restarles votos a los contrarios para conseguir, con ello,
una mayor representatividad en la Asamblea de Ceuta.
Juan Vivas con la mayoría absoluta asegurada, eso no lo duda
nadie, ni sus propios contrarios políticos, a lo único que
pueden aspirar el resto de los partidos es a la posibilidad
que por el desgaste político tienen todos los que gobiernan
o porque en su lista vayan algunos que al pueblo no les
caiga bien, pueda perder algún escaño de los, actualmente,
tiene.
Y es ahí, ante esa posibiIidad, donde todos los partidos
lucharan lo indecible por apropiarse de los mismos, tratando
de aumentar su representación de diputados en la Asamblea de
la Ciudad Autónoma de Ceuta. Esa, insistiendo en el símil
deportivo, si es su liga. La otra, ellos mismos, saben que
la tienen perdida desde que, Juan Vivas, consiguió la
presidencia de nuestra tierra. No hay más cera que la que
arde.
El triunfo de Juan Vivas está más cantado que “Macarena”.
Por cierto, este escrito no es arrimar el ascua a la sardina
de nada ni por supuesto, hacerle campaña a Juan Vivas que
por otra parte no la necesita aunque algunos, en un alarde
de facultades, hayan creído necesario la colaboración de
algún medio para volcarse a favor de Vivas. Hasta como
chiste es malo, sino fuera porque…. Se lo cuento otro día,
cuando pasen las elecciones.
Les decía que este escrito no es hacerle campaña a Vivas es,
simple y llanamente, decir lo que todo el pueblo piensa que
va a suceder en las elecciones del 27M. Y si el pueblo lo
piensa y, además, dicen que es “soberano”, pues ya me
contarán. Personalmente y en persona, lo digan los jóvenes y
las jovanas o el mundo mundial, el pueblo me sigue
pareciendo de “garrafón”, con el que sólo se cuenta cada
cuatro años y va que arde. Ahora lo de darnos ciertas
explicaciones que tenemos el derecho de saber, nada de nada.
En fin que todo está, como en las quinielas, saber si existe
la posibilidad de que, Vivas, pierda algún escaño y, de ser
así, quién se lo llevará.
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