En sólo cuatro días habrá
finalizado la carrera electoral que llevará a las seis
formaciones que concurren a los comicios a someterse al
criterio de los ceutíes. Atrás habrán quedado quince días de
intensa actividad política que –por otra parte- en poco
habrá hecho cambiar la idea a los votantes sobre a qué
formación elegir este próximo domingo 27 de cita con las
urnas.
La historia lúgubre la conocimos ayer. Una furgoneta que
trabajaba en el reparto de propaganda electoral fue quemada
a propósito en el Príncipe Alfonso. Lo de menos es a qué
partido político pertenecía el vehículo, lo de más es la
lamentable percepción real de que aún existen elementos
contrarios a la democracia y a la libertad de expresión que
atentan contra todos de este modo. No podemos por menos que
mostrar nuestra indignación más absoluta por estos
lamentables hechos.
Por otro lado, y de vueltas a las elecciones, en este arreón
final, tiempo habrá para que los ánimos se alteren lo
suficiente como para que se destapen ciertas formas y
maneras tan poco edificantes como inadecuadas. En este
sprint, sólo basta tirar de hemeroteca para llegar a esa
conclusión, los mensajes se radicalizan sobre todo desde
aquellas formaciones que intentan arañar los últimos votos
indecisos que le ocasionara algún rédito político tras el
recuento. De cualquier modo, poco se ha oído o leído de la
necesidad de acudir a las urnas. Poco se ha escuchado de la
solicitud, el incentivo y el recuerdo a los ciudadanos sobre
la responsabilidad de ejercer el derecho al voto. En una
ciudad como Ceuta donde la abstención última rondó el 40%,
los mensajes de movilización ciudadano hacia el voto han
brillado, hasta ahora, por su ausencia o, cuanto menos, por
su levedad.
La idea de no dejar que nadie decida por uno mismo no se ha
propagado en demasía, siendo como es tan necesario mostrar
la madurez democrática de una sociedad que quiere mirar
hacia el futuro desde la igualdad.
Las agendas electorales de los líderes políticos se
intensifican en estos últimos días y no se descartan golpes
de efectos coadyuvantes a la idea de acaparar el voto de los
ceutíes. Los recorridos incesantes por los barrios, más los
mítines fin de campaña con los últimos mensajes el próximo
viernes, configurará el trabajo dedicado elaborado desde las
distintas sedes en los que los afiliados de las distintas
formaciones –aquellos anónimos colaboradores- se las apañan
para que el motor de la Campaña siga en funcionamiento y no
decaiga.
Los últimos cuatro días de Campaña, pese a que a estas
alturas el voto ya está pensado, no dejarán de ser intensos,
activos e, incluso, emocionantes. ¿Qué no?.
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