Cerca de doscientos senderistas (194 según la organización)
de Ceuta y de diversos puntos de Andalucía completaron ayer
el recorrido de la primera edición de la Vuelta a Ceuta. Una
marcha de treinta y tres kilómetros marcada por el magnífico
clima reinante entre todos los participantes, así como por
el emotivo recuerdo a la ceutí Auxi Jimeno, fallecida
recientemente cuando practicaba su actividad favorita en
tierras andaluzas.
Bajo un cielo plomizo que auguraba lluvia y pasadas las ocho
y media de las mañana todos los participantes avanzaron sus
primeros metros desde la Plaza de África en dirección al
monte Hacho para completar el primer sector de la Vuelta, de
once kilómetros y que rodeaba completamente el alto para
regresar posteriormente al núcleo urbano de Ceuta.
Finalizada esta primera etapa, la marcha continuó con rumbo
a Benzú para completar la segunda, de 18 kilómetros. El
tercero y último séctor llevó a los supervivientes hacia
García Aldave antes de dar la vuelta hacia la Plaza de
África, lugar donde la prueba senderitas tocó a su fin.
Allí, junto a la puerta del Palacio de la Presidencia la
organización, en la figura de Ángela Bobillo, técnico del
Instituto Ceutí de Deportes, entregó los diferentes trofeos
conmemorativos de la primera Vuelta a Ceuta.
Entre ellos destacó por encima de todos los demás por su
singular carga emotiva el entregado a Fernando Jimeno,
hermano de la difunta, mientras varias lágrimas aparecían en
las mejillas de algunos de los allí presentes. Sin duda, el
mejor colofón para una bella jornada.
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