Jaime Ismael Enguídanos Royo nació en el pueblo
valenciano de Liria, un pueblo con mucha tradición de
música, al que, popularmente, se le conoce como “la ciudad
de la música”. Enguídanos comenzó sus estudios musicales a
los 8 años, con la particularidad de que comenzó tiempo
atrás debido a que el colegio valenciano de primaria que le
formaba la música se impartía como asignatura obligatoria.
Sus primeros estudios dentro de la música los realizó con el
clarinete y esta vocación surgió por acompañar a su padre a
los ensayos a los 9 años. Cuando tenía 15 se dedicó a
estudiar profesionalmente en el Conservatorio Superior y
terminó la carrera con 17 años, momento en el que opté a la
plaza de suboficial músico y estuvo destinado tanto en Las
Palmas como en Almería. Estando destinado fue cuando estudió
la carrera de composición, los estudios de piano y director
de orquesta.
Jaime Enguídanos es el teniente músico encargado de la
Unidad de Música de la Comandancia General de Ceuta. Tiene
29 años, llegó a nuestra ciudad en junio de 2006 y es el
director más joven de España.
Pregunta: ¿Cómo comenzó su carrera musical en el
Ejército?
Respuesta: Empecé en el Ejército sin haber hecho el servicio
militar. Estaba estudiando música y me informé de que habían
plazas, tanto de tropa como de suboficial, y con la
titulación que me exigían podía optar a las mismas. Aprobé
las oposiciones y, una vez en el Ejército, compaginé los
estudios musicales con los horarios laborales para estudiar
para la carrera de dirección de orquesta y me iba desde
Almería a Valencia casi todas las semanas. Yo quería ser
director ante todo y durante cuatro años estuve en esa
situación.
P: ¿Es posible compaginar ambas cosas?
R: Es posible hacerlo si hay voluntad y quieres llegar a una
meta. Desde pequeño, cuando iba con mi padre a los ensayos,
le veía y me fijaba en la figura del director. Entonces yo
decía que me gustaría ser director. Al final, pensaba que no
iba a llegar nunca, porque la distancia, cuando estás
estudiando fuera, se hace muy pesada, pero al final el
esfuerzo siempre lleva a una recompensa.
P: ¿Le resulta fácil su labor como director?
R: Hoy en día la labor del director es difícil porque
antiguamente la gente no tenía tanta preparación como hoy,
cada uno tiene su carrera y el director tiene que tener una
preparación para conocer todos los instrumentos que tiene
alrededor, y eso es lo complicado. Son 27 personas las que
componen la unidad de música y todos ellos tienen su
especialización en diferentes instrumentos, desde el viento
madera, el viento metal y la percusión. Es difícil organizar
a todos al programar una obra o un concierto, pero yo creo
que no es difícil si a uno le gusta.
P: ¿Tienen pensada alguna actividad con la Unidad de
Música en breves fechas?
R: Hemos programado algo muy bonito para la ciudad. A
finales de mes va a haber un concierto que no se ha hecho
nunca en Ceuta y lo que he intentado conseguir con él es
unir a todo lo que engloba la música de Ceuta: la Unidad de
Música de la Comandancia, la Asociación de Bandas de Música
de Ceuta y el Conservatorio de Música, entre otras
agrupaciones.
P: ¿En que va consistir?
R: Todos ellos van a actuar con dos pianistas, con el coro
del Conservatorio de Música, que tiene unos 40 niños, y con
el coro Virgen del Río. En total, vamos a ser más de 150
músicos en un escenario. Es una obra de mucha envergadura y,
sobre todo, de mucha coordinación. Vamos a intentar que
también participe un coro de la Comandancia. Creo que el
hecho de estar todos juntos en un escenario va a ser bonito
para la Ciudad Autónoma, va a ser algo para recordar, y,
probablemente, tendrá lugar en el Parque del Mediterráneo.
P: ¿Ha dirigido usted orquesta?
R: Sí, también he dirigido orquesta. Estuve dos años al
frente de la Orquesta Joven de Almería, con los jóvenes. Es
una orquesta sinfónica en la que me encargaba de iniciar a
jóvenes, y también he trabajado con la Orquesta Ciudad de
Almería que es una orquesta sinfónica grande, que se puede
comparar con la Orquesta de Málaga o la Orquesta de Granada,
que son orquestas con prestigio.
P: ¿Cuál fue su primer destino?
R: Mi primer destino fue en Las Palmas de Gran Canaria, en
la música del Ejército del Aire. Allí permanecí durante tres
años, y luego me fui a la Brigada de La Legión de Almería
porque era la única manera de continuar con mis estudios.
Desde Las Palmas no podía hacerlo, y lo más cercano que me
permitía realizarlo era Almería; allí estuve cinco años y
llevo muy buenos recuerdos de esa ciudad. En Almería trabajé
con niños y con las escuelas de música e, incluso, hoy en
día mantengo el contacto con ellos. Además fue el lugar en
el que creé mi primera banda y por todo ello albergo buenos
recuerdos.
¿Hasta dónde quiere llegar como militar?
Como militar espero llegar a lo más alto. Hoy en día lo más
alto a lo que se puede llegar es a coronel músico, y, como
todos los músicos cuando empezamos, quiero llegar a Madrid,
que es el lugar en el que se encuentran las bandas más
grandes. Todos empezamos con la ilusión de llegar a Madrid.
¿A qué edad se puede llegar a Madrid para dirigir a las
bandas de sus acuartelamientos?
Una persona que tenga mi edad puede llegar a Madrid con 36 o
37 años. También depende de las restructuraciones que pueda
haber, pero se puede llegar allí todavía siendo joven. Es el
sueño de todo músico porque se trata de 100 músicos que
están trabajando para tí y también porque es una música de
profesionales y no estás limitado.
P: Pero al mismo tiempo conlleva una responsabilidad...
R: Sí, tiene mucha responsabilidad llegar a un sitio como
ese, pero el director sea donde sea siempre tiene una
responsabilidad. Por ejemplo, aquí estamos muy en contacto
con la calle, hay muchos actos para el público, y cualquier
fallo en nuestro trabajo se ve más. Tenemos que estar
siempre al pie del cañón y preparados porque, cuando viene
una autoridad, hay que preparar los honores y dependiendo de
quién sea son unos u otros. Siempre estamos preparándonos;
por ahora no tengo aspiraciones de irme de Ceuta pero sé que
llegado el momento, con los ascensos pertinentes, me tendré
que ir.
¿Continúa, usted, con su formación?
Aparte de la práctica diaria, la formación de un director
tiene que ser constante, porque no se trata sólo dirigir.La
gente tiene la idea de que el director de orquesta es el que
mueve el palito y no es así, porque antes de coger una obra
hay que analizarla, una partitura de música es un idioma
nuevo, hay que empezar a leer y eso cuesta porque el
director de orquesta tiene que evolucionar con ellos, con
los instrumentos.
P: ¿Qué es lo próximo que hará?
R: En la actualidad estoy cursando los estudios de Doctorado
de Música en la Universidad Politécnica de Valencia y estoy
llevando a cabo la tesis doctoral que me va a llevar unos
años prepararlo. Este verano me voy a marchar a Italia para
continuar con mis estudios. Pienso que aunque tenga la plaza
el director uno nunca puede dejar de formarse. La música,
incluso la música del siglo XX, va evolucionando a pasos
agigantados, y hoy en día está evolucionando de tal manera
que incluso se están creando nuevos instrumentos y hay obras
que se ejecutan con vasos de cristal, y para que una persona
se adapte a todo eso hay que estar en constante formación.
P: ¿Pensó alguna vez que vendría a Ceuta?
R: Cuando empecé nunca pensé que llegaría a Ceuta, pero la
verdad es que me he llevado una grata sorpresa. Tanto mi
mujer como yo animamos a nuestros amigos y conocidos a que
vengan porque hay que conocer esta ciudad. Yo hago
propaganda de Ceuta, a mí me encanta. Echo de menos
Valencia, como cada uno puede echar de menos su tierra, pero
tampoco la añoro. Sé que mi trabajo es difícil allí porque
Valencia es cuna de músicos, y sabemos que es muy difícil
llegar a Valencia o empezar y quedarse allí. Yo quería ser
músico y me daba igual dónde ir. Para mí primaba más ser
músico que quedarme en mi ciudad.
P: ¿Y la familia?
R: Estoy casado y mi mujer también es músico. Nos conocimos
en Liria, en la banda de música. Ella es profesora de
clarinete, tiene la carrera superior de este instrumento y
todo ocurrió en el ambiente de la banda. Como ensayábamos
los fines de semana por la noche, al final salíamos todos en
grupo. Y así fue como nos conocimos, ensayando en el grupo
de amigos. La música nos unió. Mi mujer está aquí conmigo,
ha tenido la posibilidad de estudiar aquí y siempre me ha
acompañado, es algo que ayuda mucho. En julio me incorporé a
la unidad de música y este ha sido mi primer destino como
director profesional, y no es lo mismo ser director amateur
que hacerlo con gente profesional que es la que tenemos
aquí.
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