Después de una vida ligada a la Asociación Deportiva Ceuta,
Juan Manuel Alamillos colgó ayer las botas y se despidió,
tras el encuentro frente al Jaén, de la afición caballa, que
le ovacionó enormemente cuando fue sustituido.
“La despedida ha sido increíble. Creo que no hay palabras y
no puedo explicar lo que he sentido hoy en el campo. Pienso
que me llevo el mejor título que ha sido este. Ni el ascenso
contra el Getafe ni el partido en Primera con el Atlético de
Madrid fueron lo que me ha supuesto esto hoy para mí. Yo
creía que incluso iba a caer alguna lágrima. Sobre todo en
el momento en que le di la camiseta a mi mujer, que fue muy
emotivo. Pero al final pude contenerme”, afirmó.
Sobre la celebración del empate de los jugadores caballas
con Juanma, ya en el banquillo tras sus sustitución, para el
madrileño, y el homenaje particular que tuvieron con él, el
comportamiento que ha demostrado la plantilla con él ha sido
ejemplar. “La verdad que la plantilla se ha portado conmigo
de una forma impresionante. No me esperaba lo de las
camisetas, y el abrazo tras el gol...les estoy muy
agradecidos”, admitió.
Una vez colgadas las botas, llega el momento de ver el
fútbol desde fuera. “La verdad es que aún no he asimilado el
que me haya retirado. Lo que tengo que hacer es digerirlo
poco a poco y sé que va a ser una situación muy extraña. Yo
seguiré con el equipo, y espero que la próxima temporada
suba a Segunda, que es lo que se merece la afición y lo que
merecemos todos”, declaró.
Sin embargo, y a pesar de que no volverá a vestirse de
corto, muy posiblemente Juanma continúe como directivo del
equipo. “La intención es esa. Aún no sé la función ni el
cargo, pero todo lo que sea ayudar al equipo y estar cerca
de él, bienvenido sea”, aseguró el madrileño.
A pesar de ello, Juanma asegura que nada podrá sacarle la
espina clavada por no haber conseguido ascender de categoría
con el Ceuta. “La espinita siempre queda. La verdad es que
la voy a llevar siempre, porque desde que yo firmé aquí, mi
intención siempre fue el de ascender. Han sido siete años y
después de haber tenido varias ocasiones y no haberlo
conseguido me da la impresión de no haber hecho bien los
deberes. Por ello, esa espinita siempre la llevaré”,
concluyó Juanma.
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