Pocas veces he pasado por la puerta de su casa, viva donde
viva, que no haya tenido la puerta abierta, para mí y para
quien fuera conmigo.
Es, desde siempre, un hombre legal al que cuesta trabajo, es
casi imposible, hacerle que se enfade. Ni siquiera cuando ha
perdido su equipo.
El ha sido y es un deportista con mayúsculas y por eso sabe
perder, incluso cuando esa derrota es injusta.
La injusticia más grande que ha recibido mi amigo Jaco fue
en el año 79. Al día siguiente del Domingo de Resurrección.
El era entrenador de la Agrupación Deportiva Ceuta que
estaba clasificado en segunda posición y tenía 12 positivos.
El ascenso a 2ª A estaba a punto de caer y su “delito” fue
que los ceutíes perdieron en campo del Levante, que semanas
después subió a segunda A.
La derrota en Levante, de la que podían decirse muchas cosas
aquellos días, fulminó al entrenador y el Ceuta de ser
segundo pasó en tres semanas a ser el tercero, con lo que el
ascenso fue para el Levante y el Nastic: “era un triunfo
moral para Zafrani”.
En su tiempo fue Jaco Zafrani uno de los buenos técnicos, al
que gustaba demasiado la preparación física, con lo que sus
equipos, en aquellos años, “mordían la hierba”.
Ahora mismo, y eso que los años aprietan, cada vez que tiene
un equipo para entrenar goza como un principiante. En
febrero cogió al Atlético de Ceuta en estado crítico,
abriendo las puertas del purgatorio y casi sin solución. Se
han logrado en este tiempo más puntos que en toda la
temporada antes y se va a llegar a la última jornada con
alguna posibilidad de mantenerse en la categoría.
El At. de Ceuta, por muchas razones, debería seguir en la
tercera división, pero muy especialmente por dar una
satisfacción más a este veterano joven, sentado en el
banquillo.
En el año 94 estuvo a punto de subirlo a 2ª B, pero a
principios de febrero, el entonces presidente, Paco López
Cervantes le cesó, trajo a Conejo y el equipo se quedó con
la miel en los labios. Sobre aquel cese, en más de una
ocasión yo le he dicho a Paco Cervantes: “Si aquel día
hubieras tenido un dolor de h... y te hubieras quedado en
casa, ahora el Atlético de Ceuta estaría en superior
categoría”. También Jaco, como deportista, aceptó el cese y
siguió tan amigo de todos.
Yo puedo decir que en los muchos años que llevo cerca del
mundo del fútbol he visto técnicos de todos los tipos,pero
me parece que ha habido una gran injusticia con este hombre,
al que nunca se encomendó un buen equipo, con verdaderas
aspiraciones. El siempre aceptó lo que pusieron en sus
manos, y con ello trabajó.
Pero hay más y es que cuando un amigo suyo llega a sus
“dominios”, y amigos tiene muchos, desde que pones los pies
en su casa has tomado posesión de ella como si fueras de la
familia.
Por todo esto, este fin de semana voy a seguir con más
interés el partido de los rojiblancos que jugarán al
mediodía en Mairena.El Atlético de Ceuta lo tendrá que
ganar, aunque la falta de seriedad que hay en el fútbol ha
hecho que el equipo de Jaco Zafrani juegue al mediodía y el
conjunto rival para ese posible descenso jugará siete horas
más tarde, en casa, y frente a un vecino el Cádiz B, que no
creo que vaya a dar facilidades, por aquello de que entre
ciertos vecinos no hay muy buenas relaciones. Con todo Cádiz
queda más cerca de Jerez que Ceuta, con lo que ... .
Desde el lunes, pues, aunque falta otro encuentro más, nos
podemos encontrar con Jaco exultante y haciendo todo tipo de
cuentas para ver si se salvan, o por el contrario, nos le
podemos encontrar con el sabor amargo del descenso, de una
forma y de otra su dignidad seguirá intacta y lo único que
dirá en el peor de los casos:” No pudo ser, estuvimos a
punto...”. No tendrá más críticas para nadie.
He traído a mi columna a este hombre al que considero amigo,
porque en el fútbol del siglo XXI, con tanto dinero en juego
los románticos ya pesan poco, pero él merece un mínimo y
sincero homenaje. De todo corazón, te lo mereces, Jaco.
Ceuta supo disfrutar del fútbol de los equipos de Jaco,
Ceuta aprecia a Jaco, y Jaco siempre actuó de ceutí allí
donde ha ido con sus equipos. Era una buena ocasión para
valorar a mi amigo Jaco.
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