Huelga. La palabra prohibida para la administración se ha
nombrado y con firmeza en la reunión extraordinaria que
convocó ayer la Junta de Personal con la única baja del
representante de la Unión General de Trabajadores. Los
sindicatos decidieron ayer llevar a cabo dos medidas de
presión contundentes contra la Dirección del Instituto de
Gestión Sanitaria (INGESA): solicitar formalmente la
convocatoria de una huelga para todos los trabajadores a
partir del próximo 4 de junio y no acudir a la mesa de
trabajo convocada por el INGESA en Madrid el próximo día 21
de mayo.
Los sindicatos dieron alguna pista de sus intenciones en las
últimas semanas y sobre todo, en la concentración del 1 de
mayo. No obstante, tras las reuniones con el delegado del
Gobierno, Jenaro García-Arreciado y el director territorial
del INGESA, Jesús Lopera parecía que las negociaciones
tomaban otro tinte.
La Junta de Personal alega que la actitud el INGESA continúa
siendo “poco negociadora e impositora”, que se siguen
convocando reuniones “sin contenido”, que “no se ajustan a
la realidad” de la problemática de los trabajadores, que en
las convocatorias “no reciben los borradores previos” de los
temas de la negociación y apuntan que actualmente “no
poseen” los borradores que exponen los puntos que se
tratarán en la próxima reunión y por último, sostienen que
los acuerdos ya pactados “se siguen incumpliendo”, con
interpretaciones “unilaterales” y “restrictivas” de los
mismos y “retrasos importantes” en el tiempo de aplicación
de algunos pactos y negativas a cumplir otros.
Exigen los sindicatos sanitarios en Ceuta un calendario
previo de negociaciones serias, que atienda a la
problemática “real” de los trabajadores. Reclamaciones que
se encontrará la propia ministra de Sanidad, Elena Salgado,
que visita la ciudad hoy [ ver páginas 10 y11].
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