El corredor del Ávila Rojas ceutí Jesús Buendía se enfundó
el maillot amarillo de líder de la Volta, después de
alcanzar la meta en Salou en segunda posición, dentro de un
grupo de cuatro corredores que sorprendió al pelotón con una
escapada a 13 kilómetros de meta. Una distancia máxima de 30
segundos fue suficiente para que el cuarteto vencedor
cruzara la línea de llegada por delante del gran grupo, que
entró muy cerca, a siete segundos. Mario Villasevil, del
Comunitat Valenciana, se llevó la victoria en esta segunda
etapa.
Antes, la carrera había sido una lucha intensa entre el
pelotón y los nueve corredores que protagonizaron una épica
fuga de algo más de 110 kilómetros. El trabajo a destajo del
Viña Magna, equipo del ya ex líder Rafael Rodríguez, fue
destinado a neutralizar la escapada, en busca de mantener la
primera plaza. A unos 40 kilómetros del final, los
perseguidores y el pelotón, aprovechando la bajada del Coll
de Roig, imprimieron un ritmo endiablado para acabar
absorbiendo a los escapados. Se olía la llegada masiva pero
Buendía lideró una fuga postrera que acabó triunfando.
Escapada en el kilómetro 14
105 corredores tomaron la salida en Alcanar. Los intentos de
escapada se sucedieron desde el primer kilómetro. El ritmo
era frenético y la etapa se intuía dura. En el kilómetro 14,
las tentativas de provocar el corte desembocaron en un grupo
de nueve escapados que iba a protagonizar la gran aventura.
Entre los elegidos, un representante del Andalucía-Caja Sur,
dos miembros de los combativos Supermercados Froiz y
Christoph Schwerdt.
El grupo nació sólido, soportando el ritmo de los grupos
perseguidores que se fueron creando y que eran neutralizados
por el pelotón. Al paso por Amposta (kilómetro 20), los
nueve valientes gozaban de una esperanzadora diferencia de
1’15’’ respecto al gran grupo.
La ventaja se fue ampliando poco a poco, con momentos de
estabilización y otros instantes en los que el pelotón
trabaja con muchas fuerzas. Sin embargo, el grupo rodaba
rápido, con todos los hombres entrando al relevo, de forma
que en el kilómetro 44 la renta ya era de 2’40’’ y en el 54
llegó la diferencia máxima en toda la etapa, cifrada en
3’52’’.
Entonces el Viña Magna apretó el acelerador y la velocidad
endiablada acabó generando un numeroso grupo de 20
corredores que perseguían a los escapados. Entre ellos, tres
hombres del Andalucía. El grupo perseguidor ganó terreno a
los fugados pero no fue nada decisivo. Las primeras rampas
del Alt del Pinell (tercera categoría) en el kilómetro 64
dictaron sentencia y la escapada intermedia fue engullida
por el pelotón a las primeras de cambio.
El grupo de cabeza, estoico y sufriente, resistió. Pasado
el puerto de montaña, la distancia reducida se estabilizó y
los nueve fugadas disfrutaban de una renta de 1,42’’ en el
paso por Benissanet (kilómetro 83). Un trío de tres
corredores –dos del Supermercados Froiz gallego y otro del
Andalucía– logró integrarse en la escapada, que pasó
entonces a ser de 12 ciclistas. El voluntarioso Schwerdt
probó la aventura en solitario, al tiempo que algún corredor
se descolgaba.
Aparece Buendía
En el Coll Roig, el líder del martes, Rafael Rodríguez,
incluso llegó a figurar en un fugaz grupo perseguidor. La
bajada al Coll Roig fue clave y la escapada maratoniana y la
intermedia eran neutralizadas a 30 kilómetros de meta.
Se sucedieron entonces intentos fallidos de corte. Todo
apuntaba al esprint pero a 13 kilómetros del final, un
cuarteto formado por Juan Estrada (Andalucía), Mario
Villasevil (Comunitat Valenciana), Víctor Jiménez
(Supermercados Froiz) y Jesús Buendía se hizo con unos
metros de ventaja. Aguantaron con oficio hasta la meta de
Salou, que coronó a Buendía y brindó a Villasevil el dulce
sabor del triunfo de etapa.
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