Cómo pesan las piernas de los candidatos en el Príncipe
Felipe, bloque por bloque, escalera tras escalera, arriba y
abajo con la sonrisa puesta para pedir a los vecinos que le
escuchen a uno, que le permitan ofrecerle sus respetos y
algo de propaganda para, por último, recordarles lo hecho y
lo mucho por hacer el 27 de mayo, en el momento definitivo,
ante las urnas.
Que se lo pregunten, si no, al candidato de UDCE-IU.
Futbolero ocasional, el abogado Mohamed Ali se recorrió ayer
por la mañana uno por uno los edificios del Príncipe Felipe,
uno de sus feudos electorales, uno de los tres colegios
donde superó al PP en número de votos hace cuatro años. Por
la tarde, el jefe de la oposición durante los últimos cuatro
años, al que aún no le pesan los años, volvió al Príncipe
Alfonso, como hizo el lunes, para completar la primera
visita a los residentes en la populosa barriada, donde el 23
de mayo de 2003 hizo un roto al PP, al PSOE y a todos los
demás.
“Hay que asegurar determinadas zonas”, reconocen a su
alrededor en su grupo de confianza, casi una decena de
jóvenes de ambos sexos que se entregan con pasión desde el
pasado viernes a hacer llegar a todos y cada uno de los
votantes que con UDCE-IU “es posible” hacer las cosas de
otra manera, uno de sus lemas de campaña.
Como anteayer, la jornada del martes fue larga y fatigosa,
pero la coalición recibió la recompensa del cariño popular.
Casi recién nacidos, hace cuatro años, cuando Vivas batió
récords de apoyo relativo entre los alcaldes de España, la
UDCE de Ali se llevó 867 sufragios del Colegio Reina Sofía
(ubicado en el Príncipe Alfonso), mientras que el PP obtuvo
188 y el PSOE 146. El PDSC de Mustafa Mizzian, el que más se
le acercó, recibió 393 votos, menos de la mitad, toma
castaña.
Para llegar a cinco escaños en los próximos comicios,
objetivo mínimo, Ali, Musa (que en el Príncipe Alfonso tuvo
123 votos) y compañía necesitan amarrar hasta la última
papeleta de la barriada, entre ellas los de los 109 vecinos
que votaron a Federación Ceutí. Con ese objetivo, ayer
visitaron las calles Este y Sur con el mismo mensaje que el
lunes: “No vendemos humo, no prometemos nada más que no
mentiros y llevar vuestra voz al Pleno, a la Asamblea y, si
hace falta, a las calles”.
La receptividad, “magnífica”
El mismo discurso, adaptado a las preocupaciones
particulares de la barriada, difundió UDCE-IU en el Príncipe
Felipe, también en casa, 40 votos de ventaja sobre los
Populares en 2003 (UDCE, 167; PP, 128; PSOE, 60; PDSC, 59),
sonrisas en las caras, palabras de ánimo. Buen rollo,
ilusión, una inyección de moral para la segunda semana de
campaña cuando, como en el Tour, lleguen las jornadas
maratonianas y otra vez, papeleta en mano, Príncipe arriba y
abajo.
“La receptividad de los ciudadanos está siendo magnífica”,
repitió Ali ayer a mediodía con un deje de agradecimiento al
tomarse un pequeño descanso. “El contacto directo con la
ciudadanía está siendo reconfortante y enriquecedor; creemos
que nuestro programa está ilusionando a los vecinos y
estamos seguros de que merecerá su respaldo”, confesó el
candidato, al que aún le queda pasar por Casas Nuevas y las
‘caracolas’.
Antes, el viernes de la semana pasada, tocó Benzú, otra
plaza a amarrar. En el colegio electoral que se ubica en el
Pablo Ruiz Picasso UDCE obtuvo el tercero de los triunfos
parciales que consiguió en 2003. Allí también dobló al PP,
que obtuvo 52 votos frente a los 116 de Ali (el PSPC, 48; el
PSOE, 30 y el PDSC, 28).
La coalición ya tenía previsto hacer en la barriada que
limita con Beliones la tradicional pegada de carteles,
aunque al final y por deferencia a los medios de
comunicación la trasladó a San José Hadú, al lado de su
sede, área de influencia de Hamido Mohamed Selam,
‘Territorio Frugui’, un semillero impresionante votos para
el Partido Popular (1.082 sufragios en 2003, casi un
diputado, en el Colegio Ramón y Cajal, por 578 de UDCE, que
a pesar de todo cosechó allí su segundo mayor número de
votos en un solo colegio).
Aparte de estos cuatro y de los colegios electorales del
Colegio Público José Acosta y el Matadero Municipal (en el
primero, 652 para el PP y 349 para el PSOE; en el segundo,
309 a 299), todas las demás urnas son esquivas a los de UDCE-IU,
que en 2003 recibieron estruendosos varapalos en algunos
centros tanto de la periferia como del centro: en Zurrón,
629 a 0; en el colegio Miguel Hernández, 1.028 a 8; en el
San Agustín, 940 a 7, por citar sólo los más rotundos.
“También subiremos en el centro”
Es por eso que la campaña de Ali se volverá previsiblemente
mucho más interesante cuando llegue al centro, donde su
equipo aún no ha decidido si apostar por colocar un stand,
si visitar los comercios o si apostar también por el puerta
a puerta.
“Nuestra idea”, han adelantado desde su círculo más próximo,
“está en las antípodas de ‘olvidarnos’ del centro de la
ciudad. Puede haber media docena de colegios electorales en
los que sea prácticamente imposible crecer en número de
votos de forma considerable, pero en muchos de aquellos en
los que no pasamos de veinte votos en 2003 [un total de 18]
subiremos apreciablemente porque el mensaje de la honradez y
de que otra forma de gobernar es posible está calando”.
Para dar difusión a esas ideas, el equipo de UDCE-IU tiene
previsto organizar “uno o dos mítines” en la ciudad autónoma
de aquí al término de la campaña, el próximo 25 de mayo. A
falta de confirmar las posibles visitas políticas
procedentes de fuera de Ceuta, el primero de ellos podría
tener lugar pasado mañana, aunque el evento aún está
pendiente de confirmación.
Tras este acto comenzará el partido de vuelta, “fuera de
casa”, de la campaña de Ali, el momento en el que, según
fuentes políticas que están siguiendo esta campaña desde la
barrera, “se verá cuál es su verdadero techo”.
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