Ayer en la Casa del Mar no se habló de la construcción o del
sector turístico sino de los servicios que se prestarán a
las personas dependientes gracias al desarrollo de la Ley de
Dependencia y la Autonomía Personal. Algunas fundaciones
promovidas por Cajas de Ahorros y Bancas elaboran
actualmente informes sobre las consecuencias financieras de
la nueva norma. Por el momento no se manejan cifras
concretas, según indica el director del IMSERSO en Ceuta,
Fernando Jimeno, aunque las expectativas laborales “se
incrementan” y “son notables”. De hecho, sólo poner en
marcha el primer día de la Ley ha supuesto la creación de 10
puestos de empleo en torno a la unidad de asistencia en
Ceuta, entre funcionarios y trabajadores laborales: dos
valoradores, un psicólogo, un médico y la plantilla
administrativa. La vocación de Ley de Dependencia, según
explicó ayer Jimeno, es prestar asistencia y
excepcionalmente en algún caso o subsidiariamente, dar una
prestación económica, con lo que ha que reforzar el
entramado de servicios públicos. Por lo tanto, la ayuda a
domicilio debe experimentar un “aumento notable”. Ahora el
convenio concertado entre el IMSERSO y la Consejería de
Bienestar Social y Sanidad con los hermanos franciscanos
para desarrollar el servicio de ayuda a domicilio emplea a
un centenar de personas. “Las cifras que hay ahora se
multiplicarán”, apunta.
¿El Plan de Empleo?
El delegado del Gobierno, Jenaro García-Arreciado, no pudo
acompañar a Fernando Jimeno en la exposición que realizó
ayer en la Casa del Mar ante asociaciones y representantes
de las asociaciones de personas discapacitadas de la ciudad.
Así que fue el propio Jimeno quién ofreció su opinión sobre
la propuesta que han realizado desde distintos púlpitos
políticos para que algunos trabajadores del Plan Empleo se
dedicarán a prestar servicios que estipule la Ley de
Dependencia. “Cumplen una finalidad distinta. Estamos
trabajando para que en la Ley de Dependencia haya
profesionalización -no es que en los Planes de Empleo claro
que la tiene- pero la intención es formar profesionales
específicos dedicados al tema asistencial. Los Planes de
Empleo aunque tienen algún módulo destinado y colaboran en
proyectos de interés general sólo tienen una vigencia de 9
meses y la Ley de Dependencia tiene una vigencia en
principio indefinida”, precisa Jimeno.
Formación
Ante la posibilidad de instalar en Ceuta una diplomatura en
Trabajo Social, Fernando Jimeno se mostró prudente a la hora
de vaticinar si esta operación se llevará a cabo. “Se me
escapa un poco eso, pero sí puedo decir que ahora mismo
entre los diplomados de Trabajo Social creo que no hay
ninguno en paro en Ceuta”, comenta. Además, apunta que tanto
a nivel nacional como local existen titulaciones que están
apareciendo en los últimos años y que están teniendo una
“gran vigencia”, por ejemplo, la fisioterapia o la terapia
ocupacional. “No sé si Ceuta será un núcleo para que pueda
haber formación universitaria, lo que si tenemos entre
nuestros objetivos porque se incluye dentro de la Ley es
formar a los profesionales y no profesionales, y para ello
estamos diseñando algún programa de formación enfocado al
último trimestre del año porque la Ley acaba de comenzar
pero queremos ajustarnos lo máximo posible a los plazos”,
subraya.
Campos del baremo general
1. Comer y beber
Se analiza el ámbito alimentario; si sabe abrir botellas,
succionar la comida.
2. Micción y defecación
Se evalúa la regulación de la micción y la defecación de los
solicitantes.
3. Lavado
Se mide la capacidad de lavarse o si necesita ayuda para el
aseo diario.
4.Otros cuidados corporales
También se observan otros aspectos como peinarse, afeitarse.
5. Vestirse
Se puntuará el grado de dependencia a la hora de vestirse y
calzarse.
6. Mantenimiento de la salud
Un aspecto muy importante, es la capacidad de controlar los
tratamientos en patología crónicas y las visitas a los
centros sanitarios.
7. Transferencia corporal
También su pueden pasar de una cama a una silla de ruedas,
si lo puede hacer mutus propio o necesita apoyo externo.
8. Desplazamiento
Se observará el modo, la capacidad para desplazarse de los
solicitantes dentro de su espacio cotidiano y fuera de él.
9. Tareas domésticas
El evaluador observará en el domicilio del solicitante si es
capaz de valarse por sí mismo para realizar tareas
domésticas desde las más simples hasta las complejas.
10. Toma de decisiones
Este apartado está directamente dedicado a las personas con
alguna discapacidad psicológica o mental. La evaluación de
estos solicitantes se realizará a través de entrevistas.
Puntuación
El documento señala que el ciudadano puede recibir una
evaluación de hasta 100 puntos que le definirá como persona
dependiente en los siguientes grados: grado 1 -de 25 a 49
puntos-; grado 2 -de 50 a 74 puntos- y grado 3 -de 75 a
100-.
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El director del IMSERSO explica los entresijos del baremo
general
El director provincial del IMSERSO,
Fernando Jimeno, ofreció ayer una breve introducción de
cuantificación y sobre todo, explicó el baremo general y el
baremo específico para menores de tres años. Este último
contempla un sistema para valorar la dependencia de los
niños de 0 a 3 años. El texto establece tres grados de
dependencia -moderada, grande y severa- . A la ficha de los
menores se adjuntará un informe médico que refleje los
problemas de desarrollo y de salud de carácter crónico,
prolongado o de larga duración, así como los datos
relacionados con el diagnóstico, tratamiento y medidas
terapéuticas.
Jimeno hizo hincapié en que la discapacidad se valora sobre
información sanitaria, la discapacidad laboral sobre como
afecta a nivel de realizar funciones en el trabajo y la
dependencia siempre se evalúa en el ámbito domiciliario. Así
que la figura del visitador será fundamental para la
evaluación inicial que afectará a unos 300 grandes
dependientes. Asimismo aclaró algunos aspectos como el
régimen de Seguridad Social de los cuidadores no
profesionales y aseguró que se trata de una prestación
económica “excepcional”, porque lo que se pretende es
prestar servicios a las personas que no se pueden valer por
sí mismas.
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