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Cada uno debe ser consecuente con sus actuaciones, y cada
actuación de uno,cara al público, debe ser transparente y
sin rincones de ningún tipo, por lo que un informador, y
especialmente en época de elecciones, no debe dejar
traslucir ni una mínima sospecha, con aquello que va a
comentar.
Debido a esto y porque “la mujer del césar no sólo debe ser
honrada, sino que también debe parecerlo”, daremos todos
nuestros datos, para no ocultar quien es el que escribe, y
desde que perspectivas está escribiendo.
En estos momentos cuando la libertad de expresión real o
ficticia está siendo tan cacareada, el hecho de que uno
petrtenezca a un grupo político, no quiere decir que no
pueda escribir sobre otro, o sobre otros y con todos ser
objetivo. Yo pienso serlo a lo largo de la campaña, y luego
también.
Particularmente soy del PP, militante, no desde hace muchos
meses, pero lo soy oficialmente, ahora bien, cuando me ponga
delante del ordenador ninguna pasión me va a llevar para
tratar de una manera parcial lo que haga este partido
político o el otro, o para cantar unas glorias que no tenga.
Ahondando más, hasta el día 7 de abril estuve a punto de
encabezar la candidatura de este mismo partido por mi pueblo
de Avila, para más señas Piedrahita, y ciertas cosas
internas me hicieron dejar aquello y seguir muy a gusto aquí
en Ceuta.
Pero no es esto sólo, en el año 1991, también año electoral,
estuve de número 2, aunque fuera como independiente, en la
candidatura del PSOE. Bien sabe eso, el que fue delegado del
Gobierno, aquí enCeuta, un buen delegado, Jerónimo Nieto.
Dicho esto, está claro que no tengo ningún compromiso
especial, cuando me pongo a escribir, porque tengo amigos y
conocidos en todos los partidos, de la misma manera que hay
personas en ciertos partidos que me parecen impresentables,
y a lo largo de estas semanas lo diré, cada vez que aborde
un asunto de las elecciones.
¿ Y por qué he abierto mis propias interioridades?
Sencillamente porque nada tengo que esconder y nada que
agradecer a ninguno de los grupos que que se presentan a
estos comicios.
Puedo visitar, pero lo hago en pocas ocasiones, el despacho
del presidente de la Ciudad Autónoma, y no hago más visitas,
porque ni necesito nada de esa casa, ni quiero hacerle
perder su bonito tiempo a un hombre trabajador como es Juan
Vivas.
Y hay más, siendo, cuando menos, muy conocido mío, si es que
no amigo, en una sola ocasión visité el despacho de mi
paisano Jerónimo Nieto, y en todo el tiempo que él estuvo
aquí escasamente hablamos el uno con el otro, en media
docena de ocasiones, mientras que ahora sí que estamos en
contacto con bastante frecuencia.
Todo esto es así, como es así que en la candidatura del
PSOE, su número 2, aunque no sea amigo mío, si es lo
suficientemente conocido para que en repetidas ocasiones
contrastemos opiniones, y para más inri, en esa misma
candidatura va una buenísima ex-alumna mía, creo que en un
puesto demasiado alejado para lo mucho que por su
inteligencia y su trabajo puede dar de sí. Bastantes
simpatías, pues, tengo por esa candidatura, aunque
encabezandola quien la encabeza, uno de Avila, y yo lo soy,
no podría votarla. Bien saben en el PSOE a qué me refiero.
Otro tanto podría decir de algunos otros aspirantes a ocupar
escaños en la Ciudad autónoma de Ceuta, pues en el grupo de
Mohamed Alí hay personas con las que tengo una buena
relación, y en el grupo de Aróstegui también hay personas
que por ser hijos de quien son nada desagradable podría
hacer yo para que salieran perjudicados, y si nunca pensé
votar a ese grupo es porque el señor que encabeza dicha
lista es, con diferencia, el personaje que más daño puede
hacer para el buen nombre de Ceuta , daño que no reparó en
llevar a cabo cuando vino el presidente del Gobierno José
Luis Rodríguez Zapatero.
En otros grupos creo que no tengo demasaidas personas
conocidas, por lo que todos los componentes me merecen el
máximo respeto, siempre que vayan por el recto camino de lo
que es una campaña electoral seria y democrática.
A partir de aquí habrá que empezar a analizar hechos,
palabras y actitudes, hay mucho camino.
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OPINIÓN
/
EL ESQUINAZO
