Con ocho años de trabajo a sus espaldas y experiencias de
todo tipo, la unidad de Cuidados Paliativos de la Asociación
Española contra el cáncer (AECC) en Ceuta presenta estos
días unos datos que corroboran la necesidad de consolidar
este servicio. Atienden una media anual de 80 o 90 pacientes
a pesar de que no todos deciden permanecer en contacto con
estos profesionales, algunos sólo son valorados, otros se
desplazan a hospitales de la península y muchos se quedan.
Actualmente el programa cuenta con 22 pacientes y los casos
difieren unos de otros, desde pacientes con una situación
crítica hasta personas que acuden por su propio pie a la
consulta.
“Nos encargamos de controlar los síntomas, que es
fundamental, porque si no controlas los síntomas a estas
personas que suelen ser complicados, múltiples, que
desbordan no sólo a las familias sino también a los
Servicios Sanitarios, pues no puedes hacer nada más. Nuestro
objetivo es ofrecer una calidad de vida al paciente y si
puede ser, en su domicilio, evitando ingresos innecesarios”,
explica el responsable del equipo, Luis Utor Ponce.
Este servicio sanitario está destinado a pacientes
oncológicos que han pasado por todos los Servicios en busca
de un tratamiento curativo, cuando éste se desestima, acuden
a los Cuidados Paliativos.
Algunas cifras
La edad media de los pacientes está bajando
considerablemente. Hace unos años rondaban los 70 años pero
el equipo de paliativos está percibiendo “aunque carecen de
datos estadísticos” que esa media ha descendido hasta los
45-50 años. Y un dato muy significativo que posee la unidad:
Ceuta se sitúa entre las autonomías con mayor nivel de
atención respecto a cuidados paliativos de pacientes
oncológicos. “Si se se calcula que fallecen al año 120
pacientes de cáncer en Ceuta, según los datos de mortalidad
del Instituto Nacional de Estadística (INE) y alcanzamos a
llevar hasta el final, a cerca del 70 por ciento de esos
pacientes, si lo comparamos con la media de otros puntos de
España estamos en una cifra muy alta. Todavía se escapan
pacientes que no quieren que le llevemos o que van a
hospitales de la península. Pero es una cifra muy alta”,
apuntan.
Síntomas
El principal síntoma que pretenden controlar desde la unidad
de paliativos es el dolor, que sigue siendo un síntoma que
se trata “mal”, según indica Utor Ponce. “Acuden a nosotros
pacientes que no reúne las características porque se sigue
tratando muy mal. Aunque no es el único también están las
náuseas, vómitos o cefaleas”, comenta el doctor Gabriel
Pérez de Miguel, que también trabaja dentro de los Cuidados
Paliativos de la AECC. Otro problema es el apoyo psicológico
del enfermo y la familia. Y por ello, dentro de la unidad
también colabora Isabel Hernández Muriel, quien sustituye a
la psicóloga titular.
Apoyo psicológico
En ocasiones la sobre protección del cuidador dificulta el
trabajo de la unidad de Cuidados Paliativos. “La mayoría de
pacientes desconoce su diagnóstico y trabajar con ellos para
afrontar lo que les viene es muy difícil, los familiares
suelen conocer toda la información y lo que más demandan es
la angustia y el dolor de su familiar”, explica Isabel
Hernández, “cuando se controlan los síntomas del paciente
los familiares lo suelen llevar bien”. El síntoma más
frecuente entre los propios familiares es la ansiedad, como
respuesta ante una amenaza. La psicóloga evalúa lo que
denominan el “duelo” del familiar, es decir, cómo asumirá la
pérdida de la persona querida, si sufrió, si se controlaron
los síntomas y si hay posibilidades de que aparezca algún
tipo de problema se inicia un seguimiento con el paciente
para que se expresen.
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