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Ya chocó el hecho de que en el
sondeo realizado para las autonomías que celebran comicios
electorales el próximo 27 de mayo no apareciera Ceuta, ni
tampoco Melilla. Aún a fuerza de ser generosos, se esperaba
que un organismo estatal como el CIS no dejara a Ceuta
fuera... pero lo ha hecho.
De manera curiosa, en 2003, este mismo Centro de
Investigaciones Sociológicas sí contempló a Ceuta y a
Melilla en sus sondeos de intención de voto. ¿Por qué en
esta ocasión, cuatro años después no ha sido así?.
Podemos dar respuestas técnicas que indicarían que por
población [pequeña] y por las medidas del muestreo con las
que trabajan los técnicos encuestadores, no se ofrecerían
datos fiables en función de que, sería mínima la muestra en
Ceuta para obtener resultados correctos y próximos a la
realidad. Bien, ésta pudiera ser una excusa -mala-, pero
excusa al fin y al cabo. Sin embargo si fuese realmente así
¿por qué si se pudo en 2003?.
El no hacer bien las cosas con Ceuta desde Madrid provoca
situaciones embarazosas y complicadas de explicar para los
miembros ceutíes del partido que gobierna el Estado, porque
no será fácil excusar lo que parece una discriminación
incluso para ellos mismos por su condición de ceutíes.
El CIS, un organismo estatal, ha prescindido de Ceuta a la
hora de ejercer con su cometido. No es edificante en modo
alguno el que, desde un organismo controlado por el actual
Gobierno de la Nación, se ningunee de este modo a Ceuta y a
los ceutíes. Difícil explicación tiene. La excusa técnica no
vale.
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OPINIÓN / EDITORIAL
