La sanidad, un sector de vital importancia para el bienestar
de la sociedad, se encuentra en una situación crítica a
nivel mundial producida por la escasez de recursos humanos
de Enfermería. Los motivos de esta situación son variados y
complejos. Sin embargo, podemos señalar como una de las
causas de mayor peso los entornos de trabajo poco
saludables, los cuales dificultan la labor de enfermeros y
enfermeras e, incluso, pueden hacerles abandonar el
ejercicio de su profesión.
Existen estudios que demuestran la importancia de contar con
un entorno laboral favorable, lo que repercute en el
bienestar de las enfermeras, en la calidad de los resultados
de los pacientes y en los de la organización. Ante una
creciente demanda de los servicios sanitarios, ¿qué medidas
se deben tomar para facilitar unas condiciones que
favorezcan la labor de la Enfermería y que atraigan y
retengan a sus profesionales?
En primer lugar debemos considerar la importancia de contar
con un ambiente de trabajo seguro, tanto para enfermeras
como para pacientes. Los enfermeros son el personal
sanitario que sufre mayor exposición a transmisiones
infecciosas, lo que se refleja en las elevadas cifras de
profesionales que padecen accidentes biológicos cada año.
Asimismo, debemos tener en cuenta los crecientes actos
violentos contra personal de Enfermería, lo que perjudica
notablemente la propia seguridad de estos profesionales y el
rendimiento de su trabajo, del que se beneficia el resto de
la sociedad. Mediante la introducción de material seguro y
el establecimiento de protocolos de actuación que mejoren la
práctica profesional, así como con programas para
identificar situaciones de riesgo, podemos solucionar estos
problemas.
Un ambiente de apoyo de la organización y de aprendizaje
también es fundamental para un entorno favorable. Para ello
debemos hacer hincapié en la adecuación de las plantillas
sanitarias, lo cual no significa sólo la ampliación del
número de profesionales de Enfermería, sino la adecuación de
éstos en función de la labor que realizan. Este aspecto,
unido a los beneficios que aportaría el necesario desarrollo
total de las Especialidades de Enfermería, determinaría una
atención sanitaria de gran calidad, eficiente y beneficiosa
tanto para el conjunto de ciudadanos que necesitamos de un
Sistema Sanitario que pueda satisfacer nuestras necesidades
como para los profesionales enfermeros.
Si reflexionamos acerca de la naturaleza de la Enfermería,
concluiremos que se fundamenta en los cuidados prestados
hacia las personas. Por ello, ¿es justo que miles de
profesionales enfermeros, por el mero hecho de ejercer su
profesión, tengan que padecer a diario situaciones de estrés
y de riesgo? Es lógico cuidar a estos profesionales
incentivándoles con medidas como la homologación salarial,
pero también, compensar el alto nivel de carga de trabajo
repleto de turnos, noches, presiones… que tienen que padecer
a lo largo de su vida profesional. De esta manera, es justo
reconocer la labor profesional de los enfermeros mediante un
sistema especial de jubilación, un aspecto que ya tienen
profesiones.
Únicamente adoptando estas medidas podremos contar con un
personal de Enfermería que se sienta reconocido y seguro en
el ejercicio de su profesión. Si adoptamos una posición
activa que contribuya a fomentar un ambiente laboral
favorable podremos erradicar la escasez mundial de
enfermeras. De lo contrario, podremos comprobar las
repercusiones de un problema que en el 2006 fue calificado
por la OMS como de “cuestión prioritaria de actuación”.
Emilio Barrientos García
Secretario General
SATSE Ceuta
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