El pintor cordobés Lucas Prado inauguró ayer, en compañía de
la consejera de Cultura, Mabel Deu, su última exposición en
la ciudad ‘Acuarelas’, que permanecerá en el museo del
Revellín hasta el próximo 3 de junio. Una muestra
pluritemática en la que los paisajes de Ceuta y Chaouen son
claros protagonistas. Así lo demuestran las obras ‘tierra
blanco y añil’, ‘Desde el monte Hacho’, ‘Chauen’ o ‘El
Faro’.
El artista, que mantiene una estrecha relación con la
‘Asociación de Acuarelistas de Ceuta’ y viene habitualmente,
se declara fascinado por su trabajo que arrancó cuando
estudiaba Arquitectura en la Universidad de Sevilla.
Acuarelista “comprometido” considera que su técnica “produce
un hermanamiento entre pintores que no consigue otro método
como el óleo”. Tiene claro que cuando se enfrenta al cuadro
en blanco, va a “engañar al espectador”, pero subraya que no
deja de aprender porque ante el reto de analizar la
naturaleza, “te exiges tener nociones de Botánica” para
captar todos los matices.
Los nombres de plantas y árboles los ha sabido transmitir a
sus alumnos del taller, con quienes suele salir a la calle
para buscar la inspiración y mimetizar con el entorno,
“tanto como puedo”.
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