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Puntual, como mandan los cánones,
los líderes de los diferentes partidos políticos que
concurrirán a las elecciones del próximo 27 de mayo en
Ceuta, procedieron a ‘abrir’ sus campañas electorales con el
objetivo depositado en los escaños de la Asamblea de la
Ciudad Autónoma de Ceuta.
Seis formaciones -una de las ocasiones en que menos partidos
políticos han concurrido a unos comicios locales- inician
desde hoy mismo su particular batalla por convencer a los
votantes de Ceuta que en número de 55.502 están llamados a
comparecer, por derecho, ante las urnas.
Vientincinco escaños en juego y una Ley electoral Dont que
premiará a las minorías si la participación fuera reducida.
La fiesta de la Democracia prepara su celebración para el 27
de mayo y el llamamiento a ejercer el derecho al voto es
común en todos los cabeza de lista.
A partir de ahora, durante quince intensos días, sería
deseable que cada partido político estableciera como
prioritario el trabajo dedicado a transmitir propuestas
claras explicando cómo alcanzar los objetivos planteados,
huyendo -por responsabilidad- de argumentos que por
demagogos sólo lograrían transmitir espejismos irreales.
Las reglas del juego en Campaña casi no están escritas y se
suele apelar al criterio, a la razón, a la moderación y a la
responsabilidad de aquellos que comparecen en este
particular ‘ring’ de la palabra.
Lo cierto es que Ceuta, que necesita de mucha unión, lo que
menos merecería sería una convulsa situación derivada de
posiciones basadas en la permanente discordia.
Que se expliquen argumentos sólidos y cargados de razón; que
los esfuerzos se centren en proponer una gestión factible,
creible y que aporte contribuyendo a la estabilidad y avance
de Ceuta como ciudad con todas sus peculiaridades que, en
definitiva, deben enriquecer y nunca envilecer.
Comienza pues oficialmente la carrera hacia el 27 de mayo
donde los 55.502 ceutíes con derecho a voto, en estas
locales, tienen la última palabra.
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OPINIÓN / EDITORIAL
