El ministerio de Vivienda tiene, desde hace casi seis meses,
entre sus manos, el informe que las consejerías de Fomento y
Cultura elaboraron conjuntamente para determinar el grado de
afectación del futuro Palacio de Justicia en la muralla de
la Batería del Espino para elaborar después un Plan de
Protección de la zona, de carácter obligado por ser un Bien
de Interés Cultural (BIC). El texto, apoyado por el
arquitecto de la ciudad, Jorge Chaves, determinó, en su
momento, que “no habría impacto visual” en el conjunto
amurallado, en base a una serie de criterios de la Ciudad.
No obstante, desde entonces “aún no se ha producido
respuesta”, afirma el viceconsejero de Fomento, Juan Manuel
Doncel.
El documento es el segundo que se envía a Vivienda después
de alegar que no se explicaban las razones por las que la
Ciudad consideraba que no habría afectación ante la altura
prevista del futuro Palacio de Justicia, tal como había
valorado la Dirección General de Bellas Artes.
Según indicó entonces el arqueólogo Fernando Villada, se
trata de un impacto de carácter visual que “no implicara
mayor riesgo para la zona porque sólo es visible desde el
mar”. Sin embargo, es precisamente este estudio detallado el
que ha parado la aprobación definitiva del expediente por no
incluir, en primera instancia, documentación técnica que
acredite que la altura máxima de edificabilidad prevista no
afectará al lienzo.
Para la modificación parcial definitiva del Plan General de
Ordenación Urbano (PGOU) , también es relevante este informe
porque desde Vivienda lo consideran relevante. Sin embargo,
ni Fomento ni Cultura han recibido noticias nuevas sobre
este tema y es vinculante para la elaboración del Plan de
Protección de Recintos Amurallados.
Una vez la Ciudad disponga de toda la documentación
requerida, se remitirá de nuevo el expediente al ministerio
de Vivienda para recibir el visto bueno definitivo que
impulse la modificación del PGOU.
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