El mimetismo y el aposematismo no suelen diferir en esencia,
pero pueden llegar a ser muy diferentes, dependiendo del
concepto que interese. Es un fenómeno, a grandes rasgos, de
adaptación que persigue despistar a los depredadores, y en
algún caso, a desistir de su propósito.
El mimetismo, es una propiedad del color que utilizan
algunos animales para pasar desapercibido, o lo que es lo
mismo, adaptarse al entorno en el que vive sin que corran
excesivo peligro.
Eso es lo que el vicepresidente económico del Ceuta, Cecilio
Castillo, ha venido haciendo hasta ahora, al menos en
público. Claro, la situación no era como para tirar cohetes.
Era mejor estarse calladito, la temporada era (y es)
realmente mala.
Pero la condición de las personas les aboca a, más tarde o
más temprano, mostrarse como es, de tal modo que estando
guapo calladito mientras todo marcha realmente mal, se pasa
a una inexplicable euforia que denota el cambio. Hasta tal
punto que, de llegar a insinuar en privado que si se bajaba
de categoría, no cobraba ningún jugador, a defenderlos “a
muerte” y atreverse a arremeter contra otras directivas
(lógicamente, queremos pensar que se refería a Ernesto
Valero, ¿o no?), y hablar sin denuedo de deudas y más deudas
(que por cierto, mientras Javier Navas, se dedica
constantemente a hablar de la “deuda contraída” en la era
“Angelín”, todavía no ha dicho una sola palabra de la “deuda
contraída” por Valero. A lo mejor alguien ya le ha dicho
hacia donde y con qué intensidad debe dirigir sus críticas).
El aposematismo, es la propiedad contraria del color que
utilizan los animales para hacerse destacar y advertir del
peligro que entraña para los demás su aspecto, que es una
forma de defensa o ataque, según dependa.
Esa es la otra condición a la que con anterioridad nos
referíamos.
El Ceuta, ha engarzado unos resultados que todos esperábamos
y que bien se echaban en falta. Ese punto de inflexión ha
sido el momento elegido por nuestro personaje para sacar la
cabeza del chubasquero, después de tanto chaparrón y
aprovechar un claro para arremeter de nuevo contra las
deudas y más deudas contraídas por anteriores directivas.
Deudas y más deudas. Salvadores de un presupuesto, pero sin
oír un solo comentario sobre la salvación de un equipo que
ha salvado la campana.
Eres deplorable. ¿Qué pasaría si el Ceuta volviera a las
andadas y se encadenaran algunos resultados negativos?.
¿Dónde estaría tu “cabecita” dentro o fuera del
chubasquero?. ¿Cuál ha sido tu aportación para que el Ceuta
haya disfrutado de la más incondicional ayuda económica? ¿No
eres otro aprovechado más de las magníficas relaciones de
Antonio García Gaona con personalidades de la ciudad?.
En este caso, mimetismo y aposematismo son el mismo
concepto, pero desde diferente perspectiva. Vaya, lo que más
interese al momento. Por un momento, calladito y sumiso, por
otro, exuberante y prepotente. Es la condición del animal
cuando cambia su situación.
El silencio, es la propiedad que tienen algunas personas
para callarse y no bajarse hasta la “talla” que usas, que no
es otra que la “universal”. O sea, la que se necesite en
cada momento, con tal de figurar, como figuras, porque a
diferencia del soldado, en tu trayectoria deportiva, el
valor nadie te lo ha reconocido, ni te lo reconoce. Y es
que, aparte de conocernos todos muy bien, algo tiene el agua
cuando la bendicen.
Por cierto; ¿No es “mosqueante” que el propio vicepresidente
del equipo caballa sea el apoyo al comentario en las
retransmisiones en directo de los partidos del Ceuta a
domicilio, de la televisión pública?. Hombre; una vez, vale,
pero siempre…… suena como a “amiguismo” y no precisamente
del redactor deportivo. No es demasiado imparcial, ¿no?.
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