El Juzgado de lo Penal Número Dos de Ceuta sentó ayer en el
banquillo de los acusados a A.R.G, teniente del
acuartelamiento Montesa III, por un delito contra la
seguridad del tráfico y por otro de desobediencia a la
autoridad.
Los hechos sucedieron el pasado 6 de abril. Dos agentes del
cuerpo de la Policía Nacional mientras realizaban labores
rutinarias pudieron observar como un vehículo con matrícula
de Málaga, circulaba por la avenida Ejército Español
realizando adelantamientos “continuados y sin señalización y
conducción zigzagueante”, tal y como comentaron los agentes
ante el Tribunal.
En un principio los agentes aseguran que iban simplemente a
llamar la atención al conductor, ya que ellos no pueden
realizar sanciones de tráfico pero que al darle el alto, “el
conductor presentaba síntomas de haber bebido por lo que
solicitamos que se identificara y que nos acompañara para
que la Policía Local le realizara la prueba de alcoholemia”,
explicaron.
“Nada más darle el alto lo primero que hizo fue gritar que
era teniente y que quería meter el coche en su
acuartelamiento. Nosotros pedimos que se identificara en
tres ocasiones y se negaba”, inquirió el primer agente
llamado a testificar.
“El quería en todo momento irse y no realizarse la prueba de
alcoholemia de ahí que arrancara el vehículo e intentara
escaparse, dándole un golpe en el muslo a mi compañero”,
añadió el otro Policía Nacional.
El Ministerio Fiscal pide una pena de 4 meses de prisión por
el delito de desobediencia y una pena de 10 meses a razón de
12 euros la cuota diaria por el delito contra la seguridad
del tráfico. El juicio quedó visto para sentencia.
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La defensa insiste en que sólo dio 0,14 % más
El letrado de la defensa solicitó
para su representado la libre absolución insistiendo en que
el teniente sólo dio 0,14 por ciento más de alcohol en
sangre aquel día cuando se le practicó la prueba y que su
conducción en absoluto ponía en peligro la vida de los demás
conductores o transeúntes ya que “se cambiaba de carril para
adelantar exclusivamente”.
En cuanto al delito de desobediencia asegura que se comportó
de forma “nerviosa” ante los agentes de la Policía Nacional
porque se encontraba delante de su acuartelamiento mientras
que un subordinado de guardia lo presenciaba todo.
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