Aprovechando su estancia en Ceuta para atender las dudas de
los docentes respecto a la nueva Ley Orgánica de Enseñanza
(LOE), el subdirector general de Relaciones con las
Administraciones Territoriales, Manuel Bellón, rompió una
lanza a favor de la estructura de Bachillerato que se está
debatiendo. Bellón quiso dejar claro que la estructura del
Bachillerato “no ha cambiado”.
La medida, que prevé que un alumno que haya suspendido tres
o cuatro asignaturas en primero pueda dar asignaturas de
segundo no pasando de curso, está dirigida a aquel alumnado
que tiene dificultades en determinadas materias, confirmó.
La medida sólo afecta, según este, al 10% de los alumnos.
“Pretendemos que el alumnos se mantenga en el sistema. Se
trata de aunar la flexibilidad que hay en los estudios
universitarios con la rigidez existente en la educación
obligatoria”, precisó.
Parte de la culpa de este cambio la tiene la OCDE que
recomienda que se flexibilicen las enseñanzas no
obligatorias y que de alguna forma están desincentivando a
los alumnos a seguir aprendiendo.
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