Los bloques que forman la barriada del Polígono de la Virgen
de África, popularmente conocidos simple y llanamente por
‘el Polígono’, albergan en su interior una de las
poblaciones más numerosas de toda la ciudad. Sus cerca de
1014 viviendas se distribuyen en 45 bloques, y son el hogar
de unas 5000 familias de clase media que forman una de las
vecindades más activas y dinámicas de Ceuta. La historia del
Polígono comienza en los años ’80, la primera fase de
construcción se desarrolló en 1981, y la segunda en 1985. En
un principio las casas se construyeron pensadas para el alto
porcentaje de funcionariado que ha habitado tradicionalmente
en nuestra ciudad y que se multiplicó en los primeros años
socialistas, pero con el paso del tiempo se fueron
instalando allí familias de toda condición hasta crear lo
que hoy es una de las primeras barriadas de Ceuta.
El polígono, además de albergar una de las poblaciones más
numerosas de la ciudad, es una barriada mestiza, con un alto
número de rostros de distintos colores y rasgos que conviven
a diario con la mayor de naturalidad. El mejor punto para
que el foráneo constate este hecho es alguno de los tres
institutos con los que cuenta el barrio. El Instituto Abyla,
el Mare Nostrum y el Siete Colinas son los tres importantes
centros de formación que tienen su sede en el Polígono, que
al mismo tiempo son tres de los más numerosos en cuanto al
alumnado. Éste dato viene a reflejar que es esta una
barriada joven, muy dinámica, y de una población que se ha
ido renovando con la constante llegada a sus casas de nuevos
inquilinos.
Mejoras pendientes
Por lo que se refiere a la vida del barrio, Miguel Vega,
presidente de la Asociación de vecinos, afirma con
rotundidad que “se vive bien aunque hay cosas que mejorar”.
Por lo que respecta a la seguridad, Vega afirma que “no se
registran grandes problemas, de lo que sí nos quejamos es
del gamberrismo de ciertos jóvenes de los institutos, que
pintan con muy mal gusto las paredes de los alrededores”.
Este vandalismo, según jacta Vega, “viene de fuera de la
barriada, que tiene además el problema de ser zona de paso
para mucha gente que se desplaza hacia el centro”.
Las infraestructuras, por otra parte, pese a estar en buen
estado, presentan ciertos aspectos a los que es necesario
poner solución. Así, Vega comenta que es necesario “limpiar
las alcantarillas, por ellas circulan aguas fluviales que
tienen por ellas su circulación natural y que generan
problemas cuando hay intensas lluvias como este año”.
Vecinos de la zona, por otro lado, también han comentado que
los aljibes de vez en cuando “producen mal olor”, por lo que
se viene haciendo necesaria también una reforma en estos
depósitos de agua.
Hormigueo diario
La vida del Polígono es intensa y presenta a diario un
hormigueo de gente que la hace ser una de las barriadas más
activas de la ciudad. Pese a que hace poco quitaron el
centro comercial que abastecía la zona para instalar en su
lugar el nuevo centro para Diálisis, la vida sigue corriendo
por las calles del Polígono. Es una barrio muy dinámico, que
tiene gran profusión de bares, tiendas, peluquerías, y un
largo etcétera que cubre prácticamente todas las necesidades
de servicios de la población y ayudan a mantener su economía
muy activa.
Con todo, “todavía son muchos los proyectos para seguir
mejorando la barriada”, comenta Miguel Vega. “Hay que
mejorar las aceras y arreglar algunas de las escaleras de
los patios interiores porque están muy viejas”, dice, “y
también hay que reparar la plaza del antiguo centro
comercial”. Hace tiempo que es necesaria la instalación de
marquesinas en las paradas de autobús que protejan a los
usuarios de la lluvia invernal y del sol veraniego, y desde
la asociación de vecinos se lleva tiempo pidiendo al
ayuntamiento que se encargue de regar y cuidar los jardines,
muchos de ellos medio abandonados a su suerte por la desidia
de los vecinos, que no encuentran tiempo para ocuparse de
ellos y hace tiempo que perdieron el interés.
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