A sus 29 años, Fatima Hamed Hossain empieza a enumerar su
currículum y no termina. Licenciada en Derecho por la UNED
(un modelo, por tanto, de disciplina personal, como sabrá
cualquiera que haya probado la aventura de estudiar a
distancia), antes de llegar a la política para “mejorar la
calidad de vida” de los ceutíes, ha pasado por La Caixa, por
PROCESA y por Servicios Sociales, entre otras oficinas. A
partir de ahora, además de la vida familiar (tiene pareja y
dos hijos) y profesional (ejerce como letrada en prácticas),
tendrá que conciliar también la vida política. Su discurso
es claro y convincente, y seguramente porque es consciente
de ello no tiene miedo a ex ponerlo. Es más, lo anhela, y
por ello reprocha al PP haber hurtado a los ceutíes la
posibilidad de tener debates esta campaña.
Novata en estas lides, Fatima Hamed (Los Rosales, Ceuta,
1978) ocupará el número 4 en la lista de UDCE-IU. Su
discurso, aparentemente, demuestra que no desmerece el
puesto.
Pregunta: Es usted un ejemplo perfecto de la conciliación
de la vida laboral y familiar. ¿Cómo lo ha conseguido?
Respuesta: He tenido la suerte de contar siempre con el
apoyo de mis padres y de mi pareja. Las mujeres aún tenemos
que sacrificarnos mucho para poder estudiar primero,
trabajar después y al mismo tiempo atender una familia. Yo
he tenido que sacrificar muchas horas de sueño y de compañía
con mis seres queridos para conseguirlo.
P: ¿Podría explicar por qué es usted la número 4 de la
lista de UDCE-IU, como ayer instaba el presidente del PP
ceutí a que detallasen públicamente?
Respuesta: Jóvenes Demócratas, organización a la que
pertenezco, me propuso al Comité Electoral de la UDCE para
formar parte de sus listas. Este órgano, como IU, lo vio
adecuado y el Comité Ejecutivo refrendó su posición. En la
UDCE todos los procedimientos son escrupulosamente
democráticos. Aquí no hay grupos ni tribus, como en otros
partidos.
P: Sus adversarios dicen de ustedes que padecen ‘titulitis’,
que todos sus candidatos son licenciados. ¿Usted encuentra
algo de malo en ello?
R: No. Cuando las críticas se basan en tonterías es porque
quien la enuncia carece de otros argumentos. Como en el caso
anterior, sólo puedo decirle que a palabras necias oídos
sordos.
P: Gordillo dice que con usted Mohamed Ali se saltó a un
montón de mujeres que, a su juicio, reunían más méritos para
estar en las listas
R: Insisto: yo no me he saltado a nadie. El Comité Electoral
y el Comité Ejecutivo tomaron una decisión y todo el partido
la apoya firmemente.
“No entiendo lo del velo”
P: El que usted lleve velo también ha generado cierta
polémica. ¿Quiere dar alguna explicación al respecto?
R: Es una cuestión personal y no entiendo que genere ningún
tipo de polémica. ¿Es que la gente no ve la realidad social
en la que vive? Me han sorprendido ese tipo de reacciones.
La religión de cada uno es una cuestión privada que no es
óbice para nada. Hay muchas personas que no dicen lo que
piensan en su afán por no parecer políticamente incorrectos,
pero que no son tan tolerantes que como dicen.
P: ¿Un nombre?
R: No quiero personalizar. Sólo me gustaría recalcar que no
hay que confundir la religión con la política. Es absurdo.
Utilizar cosas como el hiyab para atacarnos sólo demuestra
su escasez de argumentos.
P: ¿Usted piensa que las nuevas generaciones de las
diferentes comunidades culturales y religiosas de la ciudad
tienen mejor o peor relación entre sí que sus padres?
R: No me gusta generalizar. Depende de cada persona, pero
cuando en la UNED pusimos en marcha los encuentros
‘Encantado de conocerte’ nos dimos cuenta de lo poco que
sabemos unos de otros. Creo que ese tipo de experiencias son
muy necesarias: juntar a personas diferentes pero con una
mentalidad abierta, interesadas por conocer a sus vecinos,
sin miedo.
P: En uno de esos encuentros se abordó la situación de la
mujer en las diferentes comunidades. ¿Cuál es la situación
de la mujer actual en la cultura musulmana?
R: Detesto encasillar o que me encasillen. Me gustaría más
hablar de la situación de la mujer ceutí sin etiquetas.
P: Adelante
R: Las mujeres tenemos más ambiciones profesionales que
antes, sobre todo las que, como yo, nacimos a partir de 1978
y somos, por así decirlo, totalmente ‘constitucionales’.
Esta generación ha crecido sabiendo que es difícil, pero que
es necesario tener una formación y la posibilidad de
desarrollarnos profesionalmente sin renunciar a la familia.
A veces es muy difícil conciliar ambos planos, pero también
para eso estamos en política, para que la igualdad entre
hombres y mujeres sea efectiva.
P: ¿Para qué más está usted en política?
R: Para contribuir todo lo que pueda a mejorar la calidad de
vida de los ciudadanos, en este caso de Ceuta.
P: ¿Qué le reprocharía al presidente de la Ciudad como lo
peor que ha hecho durante los últimos cuatro años?
R: Que se haya olvidado de una parte de los ceutíes, que las
barriadas periféricas sigan teniendo tantos problemas. Yo he
nacido y crecido en Los Rosales y conozco de primera mano
las dificultades de barriadas como esta. También que los
jóvenes no hayan mejorado su situación, que sigan teniendo
tantas dificultades para tener un empleo y una vivienda
digna.
P: ¿Y qué propone la UDCE para cambiar esa situación?
R: Muchas cosas. Si hablamos de empleo, por ejemplo, un cupo
específico para jóvenes en los Planes de Empleo, que
deberían enfocarse hacia la formación de los desempleados.
En la lista de la UDCE hay un componente juvenil muy
importante [son de Jóvenes Demócratas los puestos 4, 7 y 9]
y estoy segura de que sabremos aprovecharlo para influir en
la búsqueda de soluciones a nuestros problemas.
P: No cree que se está hablando muy poco de programas y
demasiado de si en una lista hay o deja de haber cristianos,
musulmanes, hindúes y judíos?
R: Es que yo veo personas y capacidades, no cristianos,
musulmanes... Cuando veamos a todos los ceutíes como
personas, como individuos, independientemente de la religión
de cada uno, habremos ganado muchísimo terreno.
P: ¿Y esa mala imagen de los políticos en las calles? ¿No
le echó un poco para atrás implicarse tanto en este mundo?
R: Intentaré erradicarla. Los ciudadanos deben saber que aún
hay gente que lucha por sus ideales y en la UDCE lo hacemos.
Propuestas para todos
P: Es evidente que el punto fuente de su programa será el
social, pero ¿cómo va a conseguir la UDCE conseguir que le
vote la clase media-alta acomodada del centro de la ciudad?
R: Con argumentos, que es lo que cuenta. La UDCE habla de
salario de inserción social, de mayor igualdad entre todos
los ceutíes... Lo social nos tira mucho porque creemos que
hay una serie de derechos primarios en Ceuta que no están
cubiertos. Pero no sólo eso. Queremos que Ceuta sea una
ciudad autosuficiente, y para eso hay que revisar los tipos
impositivos, hay que establecer bonificaciones para las
empresas que generen empleo, hay que motivar el autoempleo,
hay que explotar su vertiente turística con más
perspectiva...
P: Antes hablábamos de los problemas de los jóvenes.
Usted que tiene dos hijos pequeños, ¿cómo ve la problemática
del fracaso escolar?
R: Alarmante.
P: ¿Y cómo se le podría poner solución según la UDCE?
R: Dotando al profesorado de los instrumentos adecuados para
prevenir y combatir el fracaso escolar atendiendo a la
diversidad cultural existente en Ceuta.
P: ¿Eso qué significa en el terreno práctico?
R: Significa que, a nuestro juicio, el colectivo docente de
Educación Infantil y Primaria debería tener nociones de
todos los idiomas que hablan sus alumnos. Debe quedar bien
claro que la UDCE no habla de cooficialidad, sino de que el
árabe es un patrimonio cultural de Ceuta, que existe y que
debe ser protegido como tal.
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