La empresa Arqueotectura está a la espera de recibir el
visto bueno para realizar un nuevo sondeo de control
arqueológico en los alrededores de las murallas Meriníes.
Este proyecto, que no linda con el elemento patrimonial,
hace pensar al responsable, José Suárez, que no se hallarán
restos históricos. En esta línea de trabajo, El último
estudio que realizó fue para un plan de edificación de un
inmueble en Villajovita. Su proximidad a las murallas
Meriníes destapó un alzado del siglo XIV no significativo en
su conservación, pero si en su nivel de documentación porque
permitirá conocer la geografía urbana de la época en Ceuta.
La solución al problema arquitectónico fue aportada por
Arqueotectura a través de un informe para preservar la
muralla por el que el edificio se levantará diez metros
separado de la zona inicial.
En el caso del nuevo sondeo, Suárez anuncia que “es más que
previsible que no aparezca nada interesante dada la lejanía
de la muralla”. No obstante, este ejercicio forma parte de
la decisión de la Ciudad de asegurar la conservación del
inmueble del siglo XIV, claramente deteriorado.
Estudio en Valdeaguas
Al margen de este proyecto, tienen aparcado, por el momento,
el estudio arqueológico de la zona de Valdeaguas, en el que
comprobarán si hay restos importantes en el perímetro del
monte Hacho a la carretera de San Amaro, donde se instalará
la nueva depuradora. Un completo análisis sobre los
movimientos de tierra que se generarán para dar a conocer el
informe de daños en un terreno que, se presume, podría
desvelar restos históricos.
A mediados de mayo, un grupo de arquitectos vendrá a la
ciudad a ver el terreno donde se construirá la EDAR. “Hasta
entonces es definitivo que no podremos iniciar ninguna
actividad arqueológica en la zona porque dependemos del
principio de obra para ponernos en marcha, concluye el
responsable de Arqueotectura.
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