En la primavera de 2002 y estando
vinculado a otro medio de esta ciudad, se levantó una
polvareda por un reportaje en el que comunicaba al “caballa”
de a pie la inminente construcción del superpuerto
Tánger-Mediterráneo, detrás de Punta Cires. Me dijeron de
todo menos bonito, sobre todo un zote (no le llega ni a la
altura de los tobillos a su hermano, un profesional
preparado y con dotes) que se pavoneaba de su calidad de
asesor (¡pero qué coño asesoraría ese!) del Presidente de la
Ciudad, merced al tráfico de influencias alcanzado gracias
al manejo de una íntima conexión familiar y al que, por
educación y pragmatismo, ni me molesté en poner en su sitio.
Para qué: de donde no hay no se puede sacar.
Pues bien, está ya en marcha una segunda fase a la que dio
oficialmente luz verde, el pasado 26 de abril, el propio
Mohamed VI. Las actuales instalaciones portuarias de Oued
R´mel serán ceñidas con una nueva ampliación del antiguo
puerto de Alkasarseguer, que abrazará el superpuerto
Tánger-Mediterráneo por el lado oeste y que será dotada de
una impresionante plataforma logística e industrial con
capacidad para cinco millones de contenedores, lo que
sumados a los 3,5 millones de las instalaciones próximas a
inaugurar en la antigua “Playa del Avión” convertirán la
zona en un gran “aparcamiento” logístico de mercancías de
Europa hacia África (y viceversa). Además está previsto
dotar a la segunda fase del puerto de una terminal de
recepción de gas natural liquido y una planta de
gasificación. Los trabajos del nuevo puerto de Alkasarseguer
(Tánger-Mediterráneo II) comenzarán en el segundo semestre
del año que viene, estando prevista su puesta en servicio
para finales de 2012. Según la planificación asumida por el
propio Soberano alauí, la región estará a pleno
funcionamiento en ocho años, con lo que se convertirá de
hecho en el gran enlace portuario euroafricano, vía
Marruecos, en el Estrecho de Gibraltar.
El “Yebel Musa” (o “Mujer Muerta” para los caballas)
seguirá, impertérrito en su estolidez de piedra, ahí. La
Ciudad, sin duda, también. Pero los cambios son estratégicos
y profundos. Nada va a ser como antes y, ante este nuevo
escenario Ceuta, ciudad muy querida, tendrá que inspirar
fuerte, apretar las filas y ajustar el paso.
Ya saben: yo me limito a recorrer el país, en el que vivo y
disfruto de lo lindo, bloc en mano, observando y levantando
acta, sin aspavientos. Porque como advierte un popular dicho
de estas tierras, “Mientras estés en Marruecos, no te
extrañes”. Pues eso.
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