El Atlético de Ceuta sigue soñando con la permanencia
después de ganar a un rival directo como el Cabecense, a
sabiendas de que el día anterior el Xerez ´B´ había ganado
en Córdoba y que no cabía otro resultado que la victoria. El
objetivo, por tanto, sigue cobrando tintes heroicos, puesto
que los rojiblancos siguen a seis puntos de la salvación
cuando sólo quedan nueve por disputarse.
El partido en sí fue aburrido, trabado y tosco, un auténtico
suplicio para el medio millar de valientes que se atrevió a
presenciarlo en directo en el Municipal de Las Cabezas de
San Juan. Los locales afrontaban su última final para seguir
montados en el tren de la esperanza, ya que la derrota por
la mínima en Cádiz había minado bastante la moral de los
pupilos de Fernando Japón. Además, la victoria sabatina del
Xerez B en Córdoba obligaba tanto a los anfitriones como a
los visitantes a hacer lo propio para no despedirse de sus
opciones definitivamente.
Sin embargo, a los cuatro minutos, un saque en largo del
meta Ezequiel iba a sorprender al Cabecense. La falta de
entendimiento entre Marcos y Manolo fue aprovechada por
Alejo para batir con tranquilidad la meta sevillana y hacer
el 0-1. Este tanto justificó el repliegue de los ceutíes,
conscientes del valor de los puntos en juego.
Gordillo, con una falta que se marchó rozando el palo en el
12, inició las hostilidades en el bando cabecense, mientras
que José Caraballo no conectó por poco con un pase de
Gabriel.
Eso sí, en el minuto 20, Marín cabeceó a la red una falta
lateral para restablecer la igualada, que devolvía al
partido la emoción perdida.
El resto del primer tiempo tuvo ligero color local, aunque
Alejo pudo hacer el segundo para el Atlético de Ceuta a tres
minutos del descanso, pero el delantero, una vez superado el
meta Marcos, se encontró con la buena reacción de Gordillo
in extremis. Antes, José Caraballo había desperdiciado la
jugada personal de Luis Prado (minuto 30), lo mismo que
ocurrió ocho minutos más tarde con Domi Elías. Sobre la
bocina, Ezequiel envió a córner un cabezazo peligroso de
Óliver.
La segunda mitad fue si cabe más prescindible que la
primera, con veinte minutos iniciales insoportables por el
centrocampismo y la inoperancia ofensiva de ambos cuadros,
incapaces de desentrañar la telaraña ceutí. En el 65, Lema
avisó con una falta que se fue muy cerca del palo de lo que
esperaba a los locales. Así, las ganas de dar la vuelta al
marcador jugaron una mala pasada al Cabecense, que dejó
muchos huecos atrás -acabó jugando con cuatro delanteros- y
fue víctima de la velocidad a la contra de los visitantes.
El equipo de Jaco Zafrani puso tierra de por medio en el 68
por medio de Rilo, que cabeceó perfectamente llegando desde
atrás el servicio de Rabeh, quien había protagonizado una
notable acción personal. Los rojinegros no bajaron los
brazos, pero su asedio final fue fruto más de la
desesperación que de las ideas. En el 70, Marcos salvó un
uno contra uno ante Anuar, jugada calcada a la ejecutada a
cinco del epílogo por Lema –ambos echaron la pelota a las
manos del cancerbero sevillano cuando lo más fácil parecía
marcar, mientras que, en el 95, Rilo firmaría la sentencia
desde casi el centro del campo al dejar Marcos sola su
portería para intentar rematar un córner a favor de su
equipo.
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