Europa cada día se encuentra más cerca para una cincuentena
de alumnos de primero de bachillerato de tres institutos de
secundaria de Ceuta. Son los componentes de los cinco
equipos del concurso Euroscola 2007 y donde el equipo que
resulte ganador de entre las dos ciudades autónomas recibirá
como premio un viaje a Estrasburgo a visitar el
Europarlamento.
El objetivo de este juego en red, en sus versiones en
castellano e inglés, es el de informar a los jóvenes que la
Unión Europea (UE) conmemora este año el 50 Aniversario del
Tratado de Roma, así como pedirles que reflexionen y debatan
sobre el modelo que desean para el futuro de la Unión
Europea y promover el uso racional de Internet como
herramienta educativa, de información y de comunicación.
Aunque los propios tutores han querido restarle el cariz de
competición a los alumnos es dificil que ya en Ceuta y luego
en Melilla, los escolares no trabajen por ser los primeros
de la clasificación.
Tanto Ceuta, como el resto de regiones españolas transitan
por la segunda semana de disputa de las pruebas. En Ceuta
Siete Colinas, San Agustín y Severo Ochoa son los centros
que se encuentran participando.
Las pruebas semanales
La jornada semanal para un grupo de diez alumnos del IES
Siete Colinas ha cambiado desde hace 14 días. Son
exactamente los días que hace que participan en Euroscola
2007. Las clases de Tecnología de la Información son ahora
más divertidas que lo que lo eran antes. Una asignatura con
otra dinámica de trabajo que ya de por sí gustaba a los
alumnos.
El encargado de impartir la materia, Manuel Martín explicó
el cambio que supuso el comienzo de la prueba. “La
asignatura es de cuatro horas semanales así que hemos tenido
que dividirla y dar dos horas para realizar las pruebas”,
confirmó.
El proceso es muy sencillo. Al entrar en clase, cada alumno
del equipo trabaja en un ordenador con conexión a internet.
Mientras, el tutor inicia la sesión con la clave del centro
y se dispone a anunciar las preguntas a los pupilos de 1º de
Bachillerato.
La primera prueba del día, la que quedaba por finalizar de
la clase anterior es ‘El Preguntón’, una prueba tipo trivial
con cuatro respuestas posibles. Una vez se lanza la
pregunta, los estudiantes se lanzan a introducir las
palabras clave en google, buscador por antonomasia.
No pasa mucho tiempo hasta que uno de los bachilleres da en
alto una posible respuesta. El tutor juega un poco con ellos
y les hace dudar “alguien confirma la respuesta”, pregunta a
sus pupilos. La cosa puede generar más dudas o hacer
coincidir la respuesta. Normalmente así ocurre y se pasa la
prueba de manera inmaculada.
Están en la primera fase por lo que la dificultad no es
máxima pero la tensión existe. La prueba más complicada
apareció a final de clase, un crucigrama de definiciones. El
nombre del presidente de la Eurocámara que antecedió a Josep
Borrell hizo sudar a los estudiantes.
Finalmente la respuesta acertada llenó de alegría el aula y
los aplausos llegaron. Así se llegó al final de la clase y
se dio un paso más para conseguir la mejor puntuación.
No es casualidad, la prudencia en las respuestas de los
estudiantes les hace ir a paso lento, pero firme para ganar
el concurso a nivel local.“Somos los únicos de Ceuta y
Melilla que mantenemos 1.000 en comodines. Lo importante no
es acertar aun fallando sino mantener los comodines y lo
estamos haciendo”, confesó Marta Gómez, una de las
participantes.
A pesar de que la clase es transcurre a última hora del día,
el premio es suficiente motivación para concursar. “Tenemos
muchas ganas de vencer para poder viajar a Estrasburgo. El
año pasado nos fuimos a Italia y la experiencia fue
inolvidable, queremos repetir”, aseveró Sandra Mateos, otra
de las alumnas de la clase.
“Las dos horas semanales que tenemos para el concurso nos
sirven para despejarnos después de clase y clase. Es una
forma muy divertida de adquirir conocimiento”, afirmó Lidia
González. La convivencia, el debate y el consenso son
también algunos de los valores que fomenta Euroscola y su
forma de trabajo.
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