La visita del presidente del
Partido Popular, Mariano Rajoy, ayer, a Ceuta, ha dejado el
compromiso firme del líder de la oposición y candidato de su
partido a las elecciones generales que se celebrarán el año
próximo de que, en el caso de que haya alternancia política
en La Moncloa, la ciudad autónoma podrá contar con él “para
todo”.
Su promesa debe ser valorada en su justa medida en tanto que
el gallego tiene posibilidades reales de llegar a la
presidencia del Gobierno en sustitución de Zapatero: no es
lo mismo comprometerse a realizar determinadas políticas
cuando uno sabe que no tiene ninguna opción de llegar a
gobernar y, por lo tanto, someterse al juicio de la
ciudadanía, que cuando es verosímil la posibilidad de que el
político pueda verse ante la responsabilidad de cumplir sus
compromisos.
En líneas generales, Rajoy vino a decir que en esa hipótesis
los ceutíes podrán contar con él “para todo, para lo
importante y para lo que no lo es tanto”. Para justificar
esta afirmación, el político gallego se remitió a las
políticas que su partido desarrolló desde el Gobierno hacia
la ciudad autónoma con José María Aznar como presidente y él
mismo en el Consejo de Ministros.
Esa experiencia debe servirle, sin duda, para ser consciente
de la importancia que tienen sus palabras para los ceutíes,
a quienes no puede defraudar. El presidente del PP ceutí,
Pedro Gordillo, y el presidente de la Ciudad, Juan Vivas,
recordaron ayer que fueron los Gobiernos de Aznar quienes
pusieron en marcha, entre otras muchas, la bonificación del
40% a las cuotas de la Seguridad Social, “la medida
económica más importante de los últimos 25 años”, según la
describió Vivas. Que Rajoy se comprometiera ayer a “ampliar”
ese tipo de medidas y que garantizase tratar con “justicia”,
esto es, apreciando qué regiones, como Ceuta, necesitan más
apoyo del Estado, es un discurso positivo e ilusionante que
los ceutíes deben apreciar por lo que implica para el futuro
de la ciudad.
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