El presidente nacional del Partido
Popular, Mariano Rajoy, regresa hoy a Ceuta, ciudad que ya
visitó durante su etapa como vicepresidente del Gobierno en
el gabinete que dirigía José María Aznar. Es, en conjunto,
la quinta vez que el político gallego, que con toda
seguridad será el candidato de su partido a la presidencia
del Gobierno en las elecciones generales del año próximo,
visita la ciudad autónoma.
Lo hace, además, hablando de futuro, de realidades, de
voluntades y de proyectos, con una actitud optimista que sin
duda le ayuda a tener el contar en Ceuta con Juan Vivas, “un
hombre de fiar”, según le describe en la entrevista que hoy
publica este periódico.
Trasladar mensajes políticos en positivo puede ser menos
atractivo para los titulares periodísticos pero contribuye
mucho más, sin duda, a insuflar optimismo a la ciudadanía.
Que Rajoy, desde la oposición, ofrezca toda la capacidad de
influencia de su partido para elevar el rango institucional
de Ceuta al de Comunidad Autónoma no es más que un ejemplo
de ello. También que, sin miedo a las comparaciones, asegure
que, en el caso de llegar a La Moncloa, volvería a Ceuta en
una visita oficial como presidente del Gobierno.
Son guiños a un futuro en común que los ceutíes sabrán
agradecer durante su visita de hoy, en la que el ex ministro
de Administraciones Públicas tendrá la oportunidad de
conocer qué es lo que realmente importa y preocupa a los
ciudadanos y así atender en primer lugar esas
reivindicaciones, como se ha comprometido a hacer.
Su actitud es, también, un ejemplo para todos los candidatos
que concurren a las elecciones autonómicas del próximo 27 de
mayo en Ceuta: un modelo de cercanía, de claridad, de
optimismo con los pies en la tierra, de convicciones y de
principios que merece la pena seguir al detalle.
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