La barriada de Zurrón es una de las zonas con más solera de
Ceuta. Nació hace unos 35 años, en los terrenos situados
entre Pedro la mata y Terrones, y hoy ha crecido hasta
formar un conjunto de 39 bloques compuestos por unas 390
viviendas que albergan cerca de 2000 personas, con lo que
puede decirse que es una de las más pobladas de la ciudad
pese a que no existe todavía un cómputo completo de su
población.
Su ubicación no está excesivamente lejos del centro urbano,
pero el transporte es una de las cosas que menos contentos
tiene a los habitantes, según explica Juan de Dios Díaz
Martín, el presidente de su asociación de vecinos, “una de
las quejas de los vecinos es el tiempo del transporte, piden
que en lugar de ser cada 30 minutos que sea cada 15, y de
paso que arreglen los autobuses, que a veces han dado
problemas porque están muy viejos”, explica..
Gran parte de los vecinos de la barriada son personas
mayores que llegaron cuando se construyó, pero Zurrón no ha
vivido un proceso brusco de envejecimiento poblacional
debido a que buena parte de los hijos de éstos primeros
vecinos han regresado a las casas de sus padres, por lo que
han seguido ocupando las casas. Además, han llegado también
jóvenes matrimonios con hijos, de modo que la población no
es excesivamente mayor y pueden verse muchos niños por sus
calles.
Por lo que respecta al desempleo de estos jóvenes, no se
trata de un problema que esté fuera de lo común a otras
barriadas de Ceuta, como explica Díaz, “existe más o menos
la misma cantidad de desempleo que hay en otros puntos de la
ciudad, y la mejor forma que encuentran muchos de nuestros
jóvenes para encontrarle solución es alistarse en el
ejército aunque no quieran, ya que eso les asegura al menos
un sueldo fijo a fin de mes”.
Pero hay un problema, y es que la barriada no tiene mucho
que ofrecer a estos jóvenes. Las zonas de ocio son
prácticamente inexistentes, y las zonas infantiles brillan
por su ausencia. Para terminar de arreglarlo, el
polideportivo con el que cuenta la barriada “está destrozado
por culpa del vandalismo”. Éste vandalismo que comenta Juan
de Dios Díaz no es habitual en Zurrón, pero el polideportivo
se ve particularmente atacado por quienes entran
aprovechando que no hay un vallado adecuado y pintan y
dormitan en su interior. Este hecho ha sido denunciado en
varias ocasiones a la Ciudad, pero parece no hacer caso
alguno a las peticiones de los vecinos.
Por lo que se refiere a las infraestructuras de la barriada,
Juan de Dios Díaz explica que hasta hace poco han sido “de
pelar y mondar”, que es una popular forma de explicar que
han sido un poco para salvar el paso. La oficina de la
asociación vecinal sí ha sido puesta al día, el local social
experimentó una remodelación que lo ha dejado muy bien, pero
en el barrio todavía faltan muchas cosas que remodelar que
quizá tengan más urgencia.
Un gran problema
En este sentido, el mayor problema que ha sufrido
recientemente la barriada, y que tampoco se le ha dado una
adecuada solución por parte de la Ciudad es la epidemia de
ratas que hubo hace unos años, concretamente en 2000. Esta
epidemia pareció atajarse con una temprana desratización,
pero los roedores se han ido al subsuelo y roen las tuberías
de la red de saneamiento, con los problemas consecuentes de
este hecho, ya que rompen las tuberías y se siguen
sucediendo las inundaciones de aguas fecales y los problemas
continuos en la red. Ante esto, la Ciudad no ha puesto
ninguna solución, y se trata de un problema de salud pública
que dura ya nada menos que 7 años.
Entre los proyectos de la barriada, además de arreglar el
polideportivo para su juventud y acabar de una vez con el
problema del saneamiento, está el de la creación de una casa
de cultura que ofrezca a los vecinos la oportunidad de
acceder a internet y de estudiar a distancia. Además, desde
la asociación se pide más atención a la ciudad, ya que están
algo desencantados porque “no se nos hace caso en muchas de
las peticiones”. Es cierto que la Ciudad ha invertido en
muchas cosas que el barrio necesitaba, como en limpieza, y
también se han arreglado algunos sitios para que los niños
puedan jugar, pero en líneas generales, se pide más atención
por parte de las autoridades, y una solución a sus problemas
más acuciantes.
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