Casi un año después de su llegada a Ceuta, el delegado del
Gobierno ya sabe con quién se juega las habichuelas.
Anteayer, durante su visita a la futura nueva sede de
Correos en Hadú, cuando se le pidió una valoración de la
manifestación del 1 de mayo, ya advirtió que esperaba que no
se le acusase de invitar a los ceutíes a irse por lo que iba
a decir a continuación: que el mercado laboral no se acaba
en Ceuta y que “hay un mundo y un horizonte fuera de la
ciudad autónoma” que los caballas pueden aprovechar
mejorando su formación.
Dicho y hecho, Comisiones Obreras emitió ayer a mediodía,
veinticuatro horas después de las declaraciones de
Arreciado, un comunicado en el que invitó al delegado a ser
él quien se marche de Ceuta. “Es desde cualquier punto de
vista intolerable que el delegado del Gobierno invite a los
parados ceutíes a abandonar la ciudad”, argumentó la central
que dirige Juan Luis Aróstegui.
“Queremos”, prosiguió el sindicato, “que los ceutíes tengan
trabajo en su tierra y el Gobierno central tiene la
obligación de buscar soluciones para combatir el desempleo,
no acabar con el paro expulsando a los trabajadores de su
ciudad. Quien se tiene que marcha de aquí, una vez
demostrada su incompetencia y desinterés por esta ciudad, es
el delegado”.
Y es que al sindicato, que ha convertido a Arreciado en el
blanco predilecto de sus críticas, le sobran argumentos para
cargar contra el onubense. Ayer citó unos pocos: “Su
imposibilidad para aportar ni un solo dato que explique ni
una sola iniciativa puesta en marcha por este Gobierno en
materia económica y laboral” es, para CCOO, un hecho más que
justificado “para denunciar el abandono al que estamos
siendo sometidos”.
Y más, porque a los de Aróstegui eso que dijo Arreciado de
que el comercio interior, el turismo y la construcción “han
arrojado datos positivos durante los últimos meses” le
parece “un diagnóstico falsamente optimista basado en una
hipotética recuperación de la economía” que, en resumen,
calificaron de “un insulto patético a los agentes sociales y
a toda la ciudadanía”.
Comisiones Obreras es tan dura con el onubense que, a su
lado, hasta las valoraciones del PP parecen
condescendientes. La portavoz del Gobierno ceutí, Yolanda
Bel, no se acercó ni de lejos a la virulencia de la central
sindical. La dirigente Popular pidió una “reflexión
profunda” y se confesó “preocupada” por la “falta de interés
en buscar soluciones al problema del desempleo” que, a su
juicio, demostraron las palabras del delegado.
“La Ciudad no quiere escurrir el bulto en este tema porque
hemos buscado muchas alternativas pese a no tener
competencias para reducir las tasas de paro, pero Arreciado
ha demostrado una visión demasiado estrecha del asunto”,
concedió Bel, quien reconoció que “la movilidad laboral está
en la realidad social” sin dejar de destacar que le parece
“llamativo y curioso” el “pesimismo del responsable de las
políticas activas de empleo en Ceuta”.
Reconocimiento del “fracaso”
Desde la oposición en la Asamblea, el líder de la UDCE,
Mohamed Ali, tampoco quiso hacer sangre con el onubense,
aunque sí destacó que las palabras de Arreciado “reconocen
implícitamente el fracaso del INEM y la Administración
General del Estado en el ámbito laboral en Ceuta”.
“No se puede permitir que tan alto representante
institucional diga que para encontrar trabajo ha que
abandonar la ciudad porque eso quiebra las esperanzas de
quienes quieren hacer su vida donde han nacido y crecido”,
lamentó Ali, quien no dejó de destacar que “también es
cierto que habría que hacer un esfuerzo para que no viniesen
tantos trabajadores de fuera a trabajar en puestos que
podrían ocupar ceutíes, como ocurre en la Administración
autonómica”.
También desde el ámbito sindical, el máximo responsable de
la UGT en Ceuta, Antonio Gil, calificó de “desafortunadas”
las palabras del delegado, aunque recordó que Arreciado “es
el representante del Gobierno en la ciudad, no el Gobierno
en sí mismo, y su campo de acción está limitado”.
“Estamos en periodo preelectoral y a estas alturas todo se
exagera; yo mismo he dicho a veces que dada nuestra alta
tasa de natalidad, lo limitado de nuestro territorio y la
crisis económica que padecemos la ciudad puede ser una
exportadora de mano de obra”, reconoció Gil.
|