Que por mayo, era por mayo //
cuando hace la calor// cuando los trigos encañan y están los
campos en flor…. Todo eso resulta muy bonito, pero éste mayo
trae algo más que la poesía y, precisamente, no creo que
vayan a ser muy poéticas las cosas que se van a decir los
candidatos. Seguramente será todo l contrario a decírselo
con unos simples versos. El tiempo nos dirá si estoy
equivocado o he acertado.
De momento sigo pensando que, menos bonito, se van a decir
de todo. Aunque como es habitual después de la tempestad
vendrá la calma. Es decir, en cuanto acabe el asunto de las
elecciones, todo volverá a la normalidad hasta, por lo
menos, la celebración del primer pleno. Allí, en esos
momentos, se volverá de nuevo a lanzarse los ataques
correspondientes por parte de la oposición, tal y como está
mandado.
La cuenta atrás, con la llegada del mes de mayo, mes de las
flores, se ha iniciado y, por supuesto, se iniciarán esos
ataques, de los unos a los otros, tal como hemos escrito
anteriormente. Y a pesar de ser el mes de las flores,
ninguno de los contendientes se van a lanzar flores entre
ellos. Si acaso, por ser le mes en que estamos, se lanzarán
cardos borriqueros. Lo de borriqueros, para evitar malos
entendidos, lo he escrito sin pensar en nadie. Aclarando que
es gerundio, que luego pasa lo que pasa. Las apuestas, a
favor del ganador, están más que decididas. Habría que ser
un iluso para no apostar, todo lo que se tenga, a ganador
absoluto y ese, digan lo que digan los jóvenes y las jóvenas
o el mundo mundial, tiene nombre propio, se llama Juan
Vivas. Sería del todo absurdo apostar a otro ganador porque,
realmente, no existe.
En los momentos actuales, se diga lo que se diga, hay que
reconocer que no hay ningún candidato con capacidad
suficiente de poder desbancar a Vivas del sillón de la
presidencia de la Ciudad Autónoma. Para ello, para poderle
arrebatar el sillón, por parte de algunos de los candidatos
tendría que darse un milagro y, los milagros no se dan tan
fácilmente.
A nadie, en esta tierra, le cabe la menor duda de quién será
el ganador de las elecciones con mayoría absoluta. La cosa
está de una claridad tan meridiana que hasta los más
acérrimos enemigos del actual presidente de la Ciudad, no
tienen duda alguna de que será, de nuevo, el ganador de las
elecciones con mayoría absoluta. Pensar lo contrario sería
una auténtica estupidez y, precisamente, esta tierra no está
llena de esa clase de sujetos, aunque haya algunos. Que de
todo tiene que haber en la viña del Señor.
Por lo único por lo que pueden luchar, el resto de los
candidatos, es por conseguir alcanzar el mayor número
posible de escaños que lleve a su líder a ser el jefe de la
oposición. Y eso, con toda sinceridad, no lo van a conseguir
manteniendo una lucha enconada contra Juan Vivas, porque
poco beneficio les va a reportar esa batalla que tienen
pérdida.
Qué puede perder, Vivas, algún escaño de los que actualmente
tiene, puede ser. Eso entra dentro de toda posibilidad pero,
ello, no sería suficiente para pensar que se podrá desbancar
a Vivas de la presidencia de nuestra tierra. ¿O no?
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