El delegado del Gobierno, Jenaro García-Arreciado, ‘pasó la
pelota’ ayer al director territorial del Instituto de
Gestión Sanitaria (INGESA) a la hora de hacer frente a las
declaraciones del presidente de la Junta de Personal, Emilio
Barrientos, quien apuntó en la concentración del 1 de mayo
que sus reivindicaciones “más que viejas eran ya añejas”.
“Es un proceso que tiene sus paradas y sus avances. Se están
consiguiendo acordar con los trabajadores varios puntos. En
una negociación siempre cuesta encontrar el punto de
equilibrio entre lo que se ofrece y lo que se pide. Ese
proceso continuará y el director territorial podrá
especificar más exactamente”, expuso.
Los sindicatos sanitarios difieren, ya que han expresado
continuamente que “se sienten maltratados” y que reclaman
una reunión con Arreciado -que ya está solicitada- para
tratar el asunto.
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